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Cómic

Keko, el arte de hacer magia solamente con el blanco y el negro

Norma Editorial recoge en un libro las historias dibujadas entre 1985 y 2012 por el reconocido autor

Keko con su libro "Todo al negro" Guillermo CabellosEFE

A veces hace falta muy poco para poder lograr contar una historia como nadie, para convertirse en uno de los indiscutibles referentes del cómic. Solamente es necesario el blanco y el negro como tonalidades, podemos prescindir de otros cromatismo. Ah, eso sí, también es muy útil tener talento y eso es lo que le sobra a José Antonio Godoy, más conocido como Keko. El dibujante acaba de reunir las historias que escribió y dibujo en «Todo al negro. 1985-2012», publicado por Norma Editorial y que llegará a las librerías a mediados de diciembre. En el volumen encontramos toda su obra en solitario desde los tiempos de la mítica revista «Madriz», historias que demuestran que el artista supo crear un estilo propio e innovador.

Keko, que estuvo hoy en Barcelona, reconoció que escogió ese tono para su obra porque «el negro viene del gusto por las atmósfera turbias y siniestras, de esas cosas que me gustaban de pequeño como las pelis en blanco y negro, ya que no tuvimos televisión en color hasta los 80. Esa España era en blanco y negro, como también lo eran los tebeos con un color que era solamente como un lujo para esas ediciones bonitas de Astérix y Mortadelo». En este sentido no olvidó algunas de sus principales referencias, como el cine de serie B y las novelas del siglo XIX, especialmente las de corte victoriano, como «El corazón de las tinieblas» de Conrad. «En esas novelas se demuestran que debajo de las alfombras persas se esconden bichos», comentó.

Ya hemos dicho de la importancia del blanco y negro en Keko, pero hay una excepción en el volumen y es la introducción del color rojo en el relato «4 botas». De ella comentó que «es una obra asfixiante de referencias a todas esas cosas que me gustan. Es como un exorcismo. Lo que yo hago es una autobiografía, pero la cuento a través de las cosas que me gustan. En “4 botas” están mis gustos, las cosas que me han influido como la estética, los automóviles, la cultura pop de Estados Unidos... Antes de ser “rockabilly” ya me gustaba vestirme como Rock Hudson». ¿Y por qué aparece ese rojo tan potente en este relato? Este responde a que «en esos cómics de la época eran habituales los bitonos, típicos en los tebeos de Bruguera. Me encantaba porque con un color puedes jugar. Sin embargo, para mí el mundo de los colores es un infierno al ser daltónico».

Al pasar las páginas del libro podemos también constatar como ha ido evolucionando el estilo de Keko con el paso del tiempo. Por todo ello remarcó que, echando la vista atrás, «ha cambiado mucho estilo. De analógico a digital, el salto ha sido abrupto y completo y eso que entré con mucho miedo en el mundo de las computadoras. Después de “4 botas” empiezo en digital y hay un antes y un después al pasarme a ese mundo, aunque siempre hay un ancla. El abocetado a lápiz lo sigo haciendo a mano, aunque luego lo escaneo. Es posible que todavía no haya encontrado mi estilo definitivo. Admiro a esos dibujantes que siempre mantienen ese mismo estilo, como Forges».

Otra de las confidencias que hizo el autor, junto a Alberto Altarriba, de la trilogía formada por «Yo, asesino», «Yo, mentiroso» y «Yo, loco», es que nos disfruta dibujando. «Para mi dibujar no es una pasión. Si lo es contar historias. Admiro a los que son felices dibujando. No es que lo pase mal, pero algo sí que sufro. En este sentido, para mi el blanco y negro tiene todos los recursos que necesito. No quiero más. No es que dibuje de maravilla, como Miguelanxo Prado, pero es saber encontrar de la necesidad virtud. Me he sentido más seguro al trabajar con Altarriba y adaptar un estilo realista estándar», dijo para añadir que «jamás dibujo si no es estrictamente necesario, por lo que no me verás jamás hacer un dibujo en una servilleta. Hay cosas que me gustan más que todo eso como tomar el aperitivo».

En la actualidad, Keko trabaja en una nueva historia que esta vez cuenta con él mismo como guionista y que está destinada a Norma Editorial. «Será una historia larga de espías, de serie b con amores raros y algún perro», concluyó.