La mujer más mayor de España vive en Cataluña: esta es su edad

España es uno de los países con mayor esperanza de vida del mundo; los primeros son Japón y Liechtenstein. Prueba de ello es Angelina Torres, la actual mujer más mayor de nuestro país tras la reconocida María Branyas, que falleció hace unos meses a sus 117 años.

Nacida en 1913, en Bellvís, Lérida, ha vivido durante toda su vida en el mismo barrio, en l'Eixample. Ha podido ser testigo de los principales cambios que han ido transformando a la capital catalana, como también de dos Guerras Mundiales y la Guerra Civil Española. A partir del próximo 18 de marzo, alcanzará los 112 años y se podría convertir en la 74ª persona más longeva del mundo, según cifras de LongeviQuest.

Una trayectoria laboral marcada por la juventud

Angelina emprendió un viaje hacia Barcelona durante su infancia tras recibir la noticia su padre había fallecido. Después, de la mano de su madre, acudió a la capital para encontrar trabajo, donde a sus 15 años comenzó su trayectoria laboral en el mudo de la moda, como aprendiz y ayudante.

Más tarde, adquirió un nuevo puesto como corbatera en una sastrería del Portal de l’Àngel de Barcelona. Nunca ha estudiado, pero la realidad es que sabe leer y escribir perfectamente y ella considera que su esfuerzo en el trabajo es lo que ha definido su vida.

¿Cuál es el estado de salud de Angelina Torres?

Sorprendentemente, Torres mantiene una excelente lucidez mental y una salud envidiable para las personas ancianas, según han explicado sus familiares. A lo largo de su vida no ha sufrido ninguna enfermedad grave ni tampoco sufre algunas de las más habituales entre las personas de edad avanzada, como por ejemplo el alto nivel de colesterol, la artrosis o la diabetes.

Tampoco consume medicación habitualmente, salvo en ocasiones excepcionales cuando se encuentra mal o tiene dolor de cabeza. Además, con su buen estado de salud, considera que no es necesario recibir atención especializada, por lo que no suele acudir al médico salvo caso necesario.

El mejor regalo

En su último cumpleaños, la Cruz Roja le hizo una visita para hacerle un homenaje, recordándole que las pequeñas alegrías también son un motivo para sonreír y continuar hacia delante. Lejos de sentirse una persona alejada del mundo, a sus 111 años se considera una persona a la que le gusta que se interesen por ella. Actualmente, vive con gran parte de su familia, ya que tiene limitaciones físicas como para llevar una vida en solitario. Su hija, su nieta y su bisnieto son su compañía en un hogar en el que se respira paz y tranquilidad.