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Política

¿Quién es Mònica Sales? La mujer en la que Puigdemont confía para revertir la tendencia a la baja de Junts en Cataluña

El partido busca un cambio de rumbo

Carles Puigdemont, Mònica Sales, Salvador Vergès y Jeannine Abella @JuntsXCat

Junts per Catalunya lleva tiempo desdibujado en el mapa político catalán. El partido vive instalado en una irrelevancia creciente, sin capacidad para influir en las grandes decisiones del Parlament y dejando la iniciativa en manos de ERC y los Comuns. Mientras el PSC ha gobernado desde la minoría más cómoda de los últimos años, Junts ha optado por atrincherarse en la oposición, renunciando a pactos de estabilidad que habrían podido reforzar su perfil político y su capacidad de marcar agenda, tal y como le reclama el empresariado. La formación de Carles Puigdemont ha pintado poco, según admiten distintas voces, y ha cedido el terreno del “autogobierno” y del “catalanismo pragmático” a ERC.

El crecimiento en las encuestas de Aliança Catalana, que ha obligado a Junts a endurecer su discurso en materia de seguridad, inmigración y okupaciones, ha terminado de activar las alarmas. La dirección del partido ha visto cómo el espacio posconvergente quedaba encajonado entre un PSC que marca el ritmo institucional y una extrema derecha independentista que les disputa el voto más identitario. En ese contexto, Puigdemont ha decidido mover ficha.

Cambio de rumbo

El relevo era un secreto a voces desde hacía meses. En el grupo parlamentario reconocen que la dirección llevaba tiempo valorando dar un paso al lado a Albert Batet, hasta ahora presidente del grupo. Su figura generaba un malestar creciente entre los diputados por su falta de liderazgo, su escasa visibilidad y su incapacidad para conectar con la dinámica del Parlament.

Fuentes del partido consultadas por este diario son contundentes: “No había líder en el Parlament de Cataluña. Tenemos una silla vacía. No puede estar todo en manos de ERC y los Comuns. No nos quejemos, no digamos que Illa no hace nada: podría haber incluso una sociovergencia. Era un secreto a voces: faltaba liderazgo y había muchas críticas a Batet dentro del grupo.”

La salida de Batet no supone, sin embargo, su desaparición del primer círculo de Puigdemont: el expresidente lo ha reubicado como adjunto a la presidencia del partido, un cargo que le garantiza un lugar prominente en la dirección y lo mantiene dentro del núcleo duro.

El ascenso de Mònica Sales

En paralelo a esa retirada progresiva, la figura de Mònica Sales De La Cruz (Tortosa, 1983) ha ido ganando peso de manera sostenida durante el último año. Doctora en Filología Catalana, profesora asociada de la Universitat Rovira i Virgili, Sales es una dirigente de perfil académico que entró en política en 2015 como concejal en Jesús (Tortosa). Fue diputada por primera vez en 2017 y en 2024 encabezó la lista por Tarragona, donde obtuvo un buen resultado interno.

Puigdemont ya la había situado en una de las cuatro vicepresidencias del partido tras el congreso de Calella, en el que el expresident regresó a la presidencia de Junts. Desde entonces, su ascenso era cuestión de tiempo.

En el grupo parlamentario, su figura genera consenso. Según fuentes internas, “la gente del grupo parlamentario está muy bien con ella, hace equipo.” Sales sustituye a Batet al frente del grupo con una misión clara: relanzar la oposición, dar más visibilidad a Junts y tensionar al primer secretario del PSC.

Vergés, el nuevo portavoz: el muro duro contra el PSC

El movimiento interno se completa con el nombramiento de Jaume Vergés como nuevo portavoz del grupo. Vergés es conocido dentro de Junts como un “hombre de Puigdemont”, un dirigente alineado con el ala más dura del independentismo y especialmente beligerante con el PSC.

La idea es que Sales y Vergés funcionen como un tándem: ella como rostro institucional; él como látigo parlamentario, dispuesto a confrontar al Govern y a Illa allí donde Batet no logró hacerlo.