Municipal

Las rutas de borrachera en Barcelona siguen activas pese a su prohibición total

Dos periodistas de Rac1 se infiltran en uno de los itinerarios y denuncian actitudes "sexistas y etílicas". El Ayuntamiento asegura que "queda mucho camino por recorrer"

Adiós a las "rutas alcohólicas" en el Eixample de Barcelona
Adiós a las "rutas alcohólicas" en el Eixample de BarcelonaEP

Hace un mes, el Ayuntamiento de Barcelona aprobó la prohibición de las rutas de borrachera por el centro de la ciudad, "a todas horas y todos los días". Sin embargo, la realidad es muy diferente, ya que este tipo de actividades, dirigidas principalmente a turistas, siguen siendo el día a día de barrios como Ciutat Vella.

De hecho, dos periodistas de El Món a Rac1 se infiltraron hace pocas semanas en una de estas rutas, demostrando así que siguen vigentes, y denunciando el contenido de las mismas, que se basan en "alcohol y machismo". Los infiltrados aseguran que estas actividades "continúan existiendo", siendo un foco de actitudes "incívicas, etílicas y sexistas".

En estas rutas de borrachera, un guía, que podría tener vinculación con los bares, se encarga de organizar un itinerario en el que se ofrecen chupitos y copas alcohólicas. En el grupo en el que se infiltraron los dos periodistas iban hasta 27 personas, que provocaron ruido, comportamientos incívicos y etílicos. Este tipo de actividades están prohibidas en Barcelona desde hace un mes, pero en algunos barrios como Ciutat Vella la normativa las vetó hace ya 13 años. Pese a ello, cada fin de semana las rutas de borrachera amargan la noche de los vecinos.

Por su lado, el Ayuntamiento de Barcelona reconoce que "queda mucho camino por recorrer" para eliminar estos itinerarios. En declaraciones a Rac1, el teniente de Seguridad de la capital catalana, Albert Batlle, reconoce que "estas actividades no nos gustan nada y el Ayuntamiento las ha puesto en el primer nivel porque afectan a la convivencia". "Las estamos combatiendo, pero son actividades muy difíciles de detectar", añade. El consistorio asegura que las rutas han disminuido desde su prohibición, y recuerdan que las multas para los organizadores y los bares pueden llegar a los 900 euros.