Sequía
La sequía en Cataluña, cada vez más lejos: el Govern relaja las medidas otra vez
Se rebajan las restricciones en las cabeceras del Llobregat (Barcelona) y Ter (Girona) a partir de la semana que viene
Parece que la situación de sequía en Cataluña –muy preocupante hasta hace un par de meses– empieza a ver la luz. Los últimos episodios de lluvia de esta primavera han dado un respiro a los embalses catalanes y, con ello, el Govern de la Generalitat ha ido relajando medidas de manera gradual.
Hoyla Comisión Interdepartamental de la Sequía ha tomado la decisión de rebajar más restricciones por sequía, esta vez en la cabecera del Llobregat –que pasará de alerta a prealerta–, y en las del Llobregat medio (Barcelona) y el Ter (Girona) –que pasan de excepcionalidad a alerta–.
Así lo ha anunciado la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, en rueda de Prensa tras la reunión, en la que ha asegurado que las últimas precipitaciones han sido imprescindibles, en sus palabras, pero alerta que la disponibilidad del agua «no se puede dejar solo a merced de la lluvia». En este sentido, la portavoz ha puesto en valor la función de las infraestructuras hídricas catalanas.
Esta decisión del Govern se adopta después de la considerable mejora de la pluviometría registrada en estas zonas de Cataluña durante los últimos cuatro meses. Se prevé que el cambio de escenario del Pla de Sequera entrará en vigor a partir de principios de la semana que viene, cuando este se publique la resolución en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (Dogc).
Plaja señala que en fase de prealerta «ya no hay ningún tipo de restricción más allá de dar conocimiento de cuáles son los usos» del agua, y señala que el suministro de agua está garantizado. Sin embargo, la portavoz ha querido volver a remarcar el hecho de que la sequía, aunque ahora sea menos grave, todavía existe.
Con los cambios de fase de la semana que viene, habrá solo 13 municipios (que incluyen 35.007 habitantes) en situación de normalidad; 75 (800.555 con habitantes) en fase de prealerta; 327 (más de 6,2 millones de habitantes) en alerta; 198 (398.981 habitantes) en excepcionalidad; y 17 (151.516 habitantes) que todavía siguen en fase I de emergencia.
En cuanto a las zonas definidas en el Pla de Sequera, dos siguen en normalidad (Banyoles y acuífero de Tarragona); dos en prealerta (Consorci d’Aigües de Tarragona y cabecera del Llobregat); y seis en alerta (acuífero del Baix Ter, cabecera del Ter, Llobregat medio, embalses del Ter, embalses del Llobregat, embalses del sistema Ter-Llobregat).
Por otro lado, hay seis zonas en excepcionalidad (Anoia Gaià, acuíferos del Fluvià Muga y Carme Capellades, Empordà, Prades Llaberia y Serralada Transversal); y dos en emergencia (Darnius Boadella y Riudecanyes, además de los municipios barceloneses de Vallirana, Vacarisses y Sant Feliu de Codines).
En cuanto al resto de áreas definidas en la Pla de Sequera, se mantienen en la misma situación y la Generalitat advierte de que con la llegada del verano habrá «un descenso general de las reservas en los embalses». Esto se debe a que es una época de escasas lluvias, con mayor evaporación y que se suele producir un incremento de consumos –sobre todo para satisfacer las dotaciones de riego agrícola, que este año son más reducidas a causa del estado de las reservas y del turismo–.
El Govern alerta de esta realidad y, por ello, desde la ACA y la ATL se siguen produciendo otros recursos como la desalinización y la regeneración de agua. Las desalinizadoras siguen funcionando al máximo de su capacidad desde agosto de 2022 y se está construyendo de nuevas –como la del Puerto de Barcelona–. Además, sigue la aportación de agua regenerada del río Llobregat para abastecer de agua a la región de Barcelona.
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