Recientemente, en Tarragona se ha producido un nuevo caso de españofobia, esta vez instigado desde las redes sociales. Un usuario subió a su cuenta de X (antes Twitter) una imagen de una tienda de productos tradicionales españoles, conocida como “Sabor a España”, que se disponía a abrir sus puertas al público próximamente. La foto en cuestión iba acompañada del siguiente mensaje: “¡Visca el barri que se'ns està quedant! Twitter, fes la teva màgia” (“¡Viva el barrio que se nos está quedando! Twitter, haz tu magia”).

Dicho y hecho. Al día siguiente, el local amaneció cubierto de pintura. Un acto vandálico que otro usuario de X se encargó de denunciar a través de la plataforma: “Mi padre es el encargado de la obra de esta tienda y me ha mandado esta imagen para enseñarme lo que ha hecho un ‘gracioso’ esta noche. Así que enhorabuena, Santi, Twitter ha hecho su magia y por eso ahora mi padre se va a pasar el día limpiando pintura”.

Este suceso pone de manifiesto una problemática que se está volviendo habitual en Cataluña. Según una encuesta del Centre d'Esdudis d'Opinió de la Generalitat de Catalunya (CEO) realizada entre el 29 de septiembre y el 30 de noviembre de 2023, menos de la mitad de los catalanes se sienten orgullosos de ser españoles: Un 73% de los encuestados se siente muy orgulloso (42%) o bastante orgulloso (31%) de ser catalán y un 46% de ser español --un 19% muy orgulloso y un 27% bastante--, mientras que un 65% siente orgullo de ser europeo.