Cosmología

Científicos descifran la señal que desvela el secreto de la materia oscura con un aliado inesperado

Científicos en Japón han simulado una débil señal de radio procedente de las "Edades Oscuras" del universo, una reliquia cósmica que podría contener las respuestas al gran enigma de la materia oscura y su verdadera naturaleza

La Tierra vista desde la superficie lunar
La Tierra vista desde la superficie lunarEspacio Misterio

La cara oculta de la Luna podría convertirse en el próximo gran observatorio de la humanidad. Es el plan de misiones de envergadura como el proyecto japonés Tsukuyomi, que busca instalar allí radiotelescopios para escapar del incesante ruido electromagnético de la Tierra. El objetivo es captar una señal antiquísima, un eco de los albores del tiempo, que podría resolver uno de los mayores enigmas de la física moderna.

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De hecho, lo que se persigue es una firma de radio increíblemente débil, emitida por los átomos de hidrógeno neutro hace miles de millones de años. Estas ondas proceden de un periodo conocido como las «Edades Oscuras», una época que comenzó unos 400.000 años tras el Big Bang y se extendió durante cien millones de años, antes de que nacieran las primeras estrellas y el universo se iluminara.

Sin embargo, esta búsqueda va más allá de la simple curiosidad cosmológica. La verdadera recompensa sería encontrar en esa señal la huella de la materia oscura, esa sustancia invisible que constituye el 80 % de la materia del universo. Un equipo de científicos japoneses, tal y como han publicado en SciTechDaily, ha dado un paso crucial al simular por primera vez cómo serían esas ondas y, sobre todo, cómo la materia oscura las alteraría. Esta aproximación cosmológica complementa otros métodos de detección directa, donde los científicos intentan dar caza a la materia oscura con experimentos innovadores en la Tierra.

En este sentido, el trabajo de los investigadores, puramente teórico de momento, ha calculado que la señal original de hidrógeno tendría una intensidad de apenas un milikelvin. Lo más revelador de su modelo es que las fluctuaciones provocadas por la materia oscura deberían producir variaciones de una magnitud similar, lo que en la práctica supone una hoja de ruta para saber qué buscar exactamente.

La llave a los secretos del universo oscuro

Por tanto, capturar esas minúsculas distorsiones en el eco del universo primitivo abriría una vía completamente nueva para estudiar indirectamente este componente misterioso. Observar estas huellas permitiría a los físicos determinar por fin propiedades tan esquivas como la masa y la velocidad de sus partículas, desvelando la naturaleza de un elemento que gobierna la estructura de las galaxias.

En definitiva, el avance japonés no solo representa un hito en la cosmología teórica, sino que también proporciona el sustento científico necesario para justificar estos ambiciosos proyectos astronómicos. Es la pieza que faltaba para conectar la teoría con la observación, un paso fundamental para completar el puzle sobre el origen y la composición de nuestro universo.