Ciencia
Científicos quedan atónitos al encontrar grandes cuerpos de magma debajo de volcanes “dormidos”
Durante mucho tiempo, los científicos han creído que los volcanes activos contenían grandes cuerpos de magma que se disipaban gradualmente cuando el volcán entraba en un periodo de inactividad
Un reciente descubrimiento ha sorprendido a la comunidad científica: grandes cuerpos de magma persisten debajo de volcanes inactivos en la Cordillera de las Cascadas, desafiando asunciones previas sobre la vida y actividad de estos colosos geológicos. Este hallazgo, realizado por investigadores de la Universidad de Cornell, podría transformar la forma en que se monitorean y predicen las erupciones volcánicas.
Durante mucho tiempo, los científicos han creído que los volcanes activos contenían grandes cuerpos de magma que se disipaban gradualmente cuando el volcán entraba en un periodo de inactividad. Sin embargo, un estudio publicado en Nature Geoscience, liderado por el investigador postdoctoral Guanning Pang y coescrito por el profesor Geoffrey Abers, ha demostrado lo contrario.
A través del uso de ondas sísmicas, los investigadores analizaron seis volcanes en la Cordillera de las Cascadas, una región que alberga la mitad de los volcanes considerados de "muy alta amenaza" por el Servicio Geológico de Estados Unidos. Los resultados mostraron que todos los volcanes, independientemente de su estado de actividad, contenían grandes cuerpos de magma de manera permanente.
Un desafío para la vigilancia volcánica
Uno de los aspectos más impactantes del estudio es que incluso volcanes inactivos por milenios, como el Crater Lake en Oregón, continúan albergando magma en sus entrañas. "Independientemente de la frecuencia de las erupciones, vemos grandes cuerpos de magma debajo de muchos volcanes", afirmó Pang. "Parece que estos cuerpos de magma existen durante toda la vida del volcán, no solo en su estado activo".
Este descubrimiento cambia la comprensión sobre la dinámica de las erupciones. Antes se creía que la presencia de grandes cantidades de magma indicaba una erupción inminente, pero ahora los científicos plantean que esto es parte de la condición natural de los volcanes. En lugar de vaciarse por completo tras una erupción, las cámaras magmáticas liberan exceso de volumen y presión, mientras que la corteza terrestre se derrite gradualmente para recargar el magma.
El Servicio Geológico de Estados Unidos ha estado expandiendo y mejorando sus redes de monitoreo volcánico en la Cordillera de las Cascadas y otras regiones para detectar señales de una posible erupción con mayor anticipación. "Si tuviéramos una mejor comprensión de dónde se encuentra el magma, podríamos optimizar el monitoreo", explicó Abers, subrayando la necesidad de estudiar volcanes poco monitoreados o insuficientemente investigados.
Ya se han puesto en marcha planes para ampliar el sistema de monitoreo del magma y determinar si los resultados obtenidos en la Cordillera de las Cascadas pueden aplicarse a otras regiones volcánicas, como Alaska. Este avance podría representar un paso crucial en la predicción de erupciones y la seguridad de las comunidades cercanas a estas imponentes estructuras geológicas.