
Exploración espacial
Cinco años para la destrucción de la Estación Espacial Internacional: este será el futuro
La NASA ya ha firmado contrato con varias empresas privadas para crear las nuevas estaciones comerciales en el cielo.

Si bien la historia comienza mucho antes (a mediados de los años 1990, cuando comenzó su construcción y en 1998 cuando se lanzó) para el propósito de este relato, el inicio se produjo en noviembre de 2000, cuando llegaron sus primeros “habitantes”. Fue en ese momento cuando la Estación Espacial Internacional (ISS por sus siglas en inglés) se convirtió en el laboratorio más importante del planeta… fuera del planeta. Y ahora le ha tocado su hora.
Más allá de sus numerosos descubrimientos y estudios, la ISS es, junto con el CERN, el mayor ejemplo de cooperación internacional. Uno que, en 2030, finalizará cuando la ISS será desorbitada y “enterrada” en una zona remota del océano Pacífico.
En total, se han realizado más de 4000 experimentos a bordo de la ISS, lo que ha dado lugar a más de 4400 publicaciones de investigación dedicadas a impulsar y mejorar la vida en la Tierra y a sentar las bases para futuras actividades de exploración espacial.
Sin embargo, tras el retiro de la estación, las agencias espaciales de todo el mundo (NASA, ESA, JAPAX y Roscosmos, entre otras) han comenzado a buscar alternativas para extender la presencia humana a más de 400 kilómetros sobre la superficie terrestre.
Así fue cómo, en diciembre de 2021, la NASA anunció tres subvenciones para ayudar a desarrollar estaciones espaciales privadas y operadas comercialmente en órbita baja. Y no es la primera vez.
Durante años, la NASA ha enviado con éxito suministros a la Estación Espacial Internacional a través de socios comerciales, y recientemente inició acuerdos comerciales similares con SpaceX y Boeing para el transporte de tripulaciones a bordo de las naves espaciales Dragon y Starliner, respectivamente.
“Gracias al éxito de estos programas – explica John M. Horack, de la Universidad Estatal de Ohio, en un ensayo -, la NASA invirtió más de 400 millones de dólares estadounidenses para impulsar el desarrollo de estaciones espaciales comerciales y, con suerte, lanzarlas y activarlas antes del desmantelamiento de la ISS”.
En septiembre de 2025, la NASA publicó un borrador de anuncio para las propuestas de colaboración de la Fase 2 para estaciones espaciales comerciales. Las empresas seleccionadas recibirán financiación para apoyar las revisiones críticas del diseño y realizar demostraciones de estaciones con cuatro personas en órbita durante al menos 30 días.
El siguiente paso es la aceptación y certificación formal del diseño para garantizar que estas estaciones cumplan con sus estrictos requisitos de seguridad. El resultado permitirá a la NASA adquirir misiones y otros servicios a bordo de estas estaciones de forma comercial, de forma similar a como la NASA transporta carga y tripulación a la ISS actualmente.
Pero mientras se construyen estas estaciones, los astronautas chinos continuarán viviendo y trabajando a bordo de la estación espacial Tiangong, una instalación con tripulación permanente para tres personas que orbita aproximadamente a 402 km sobre la superficie terrestre. Así, cuando llegue 2030, China y Tiangong asumirán el control como la estación espacial habitada de forma continua más larga en funcionamiento.
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