
Astronomía
El descubrimiento que inquieta a los astrónomos: un asteroide de 700 metros oculto tras el Sol con potencial de "catástrofe continental"
Un enorme asteroide de 700 metros, con potencial para causar una catástrofe continental, ha sido descubierto por fin tras permanecer oculto por el resplandor del Sol en una órbita extremadamente rara, más cercana incluso que la de Venus

A nuestra propia estrella, el Sol, le debemos la vida, pero su brillo cegador también sirve de escondite para amenazas cósmicas. Escondidos en ese fulgor se encuentran los llamados asteroides «crepusculares», objetos rocosos que, por su proximidad a la estrella, solo se dejan ver en los breves instantes que siguen a la puesta de sol o preceden al amanecer. En esta franja de tiempo tan reducida, los astrónomos libran una carrera contrarreloj para cartografiar a nuestros vecinos más esquivos.
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De hecho, el último hallazgo en esta compleja tarea ha sido el de un asteroide bautizado como 2025 SC79, una roca de unos 700 metros de diámetro. Sus dimensiones son considerables, lo bastante grandes como para provocar una catástrofe continental en el improbable, pero no imposible, caso de un impacto contra la Tierra. Esta posibilidad, lejos de ser mera especulación, plantea la cuestión de si puede caerte un meteorito encima, un suceso que la ciencia ya ha registrado.
Por su órbita, este cuerpo celeste ha pasado a engrosar la lista de los asteroides Atira, un exclusivo club de 39 miembros cuyas trayectorias se desarrollan por completo dentro de la órbita terrestre. Este particular recorrido es precisamente lo que los convierte en un auténtico quebradero de cabeza para la vigilancia espacial, manteniéndolos casi siempre en el «punto ciego» de los telescopios.
Una rareza cósmica de órbita vertiginosa
Pero la singularidad del 2025 SC79 va más allá. Se trata de apenas el segundo objeto conocido que viaja íntegramente por el interior de la órbita de Venus, un dato que, según informa el medio ScienceAlert, lo convierte en un hallazgo de primer orden para la astronomía. Su viaje alrededor del Sol es además extraordinariamente rápido: completa una vuelta en solo 128 días, el tercer período orbital más corto jamás registrado para un asteroide.
Asimismo, el mérito del descubrimiento recae en el astrónomo Scott S. Sheppard, quien lo avistó por primera vez utilizando la potente Cámara de Energía Oscura instalada en Chile. Su observación inicial no tardó en ser corroborada por otros observatorios de referencia, como los telescopios Gemini y Magallanes, que confirmaron tanto la trayectoria como la existencia del asteroide.
En consecuencia, el fugaz avistamiento del 2025 SC79 llegará pronto a su fin, pues el asteroide volverá a ocultarse tras el resplandor solar durante varios meses. Cuando su órbita lo permita, la comunidad científica planea realizar nuevas mediciones para desentrañar su composición y origen, con el fin último de mejorar los sistemas de defensa planetaria ante potenciales amenazas.
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