Astroquímica

Encuentran moléculas orgánicas en Marte

"Son una pista emocionante para los astrobiólogos, ya que a menudo se las considera componentes básicos de la vida", señalan los autores del estudio.

Perseverance
Perseverance en plena faena en MarteNASANASA

La búsqueda de vida extraterrestre es una de las grandes metas de la ciencia actual. Si bien a menudo la fantasía pasa por civilizaciones y visitas de objetos voladores no identificados, la realidad es que el hallazgo de fósiles o al menos moléculas es también un objetivo más factible. Y cuanto más cerca, mejor. Por eso el descubrimiento de moléculas orgánicas en Marte es tan importante.

Esta semana, el rover Perseverance de la NASA ha descubierto rastros "diversos" de "materia orgánica conservada" en un cráter marciano, lo que nos brinda información tentadora sobre el ciclo del carbono de nuestro vecino planetario y su potencial para albergar vida. Como se explica en un estudio publicado en Nature, un equipo de científicos liderados por Sunanda Sharma,

examinaron los datos recogidos por el instrumento SHERLOC (Scanning Habitable Environments with Raman and Luminescence for Organics and Chemicals o Escaneo de Entornos Habitables con Raman y Luminiscencia para Productos Orgánicos y Químicos) del rover y encontraron signos de moléculas orgánicas en los diez objetivos del instrumento.

Vale la pena aclarar que si bien todavía estamos lejos de confirmar que Marte alguna vez estuvo repleto de vida, los autores señalan que las moléculas pueden haber sido el resultado de procesos no relacionados con la vida, sí constituye un nuevo capítulo hasta ahora desconocido de la historia antigua del planeta rojo.

Las moléculas orgánicas "son una pista emocionante para los astrobiólogos, ya que a menudo se las considera componentes básicos de la vida - explica Sharma en una entrevista - . Como científicos planetarios y astrobiólogos, somos muy cuidadosos al presentar afirmaciones: señalar que la vida es la fuente de compuestos orgánicos o posibles firmas biológicas es una hipótesis de último recurso, lo que significa que, previamente, tendríamos que descartar cualquier fuente de origen no biológica".

El descubrimiento se basa en detecciones previas de moléculas orgánicas similares realizadas por el predecesor de Perseverance, Curiosity, que ha estado explorando la misma zona que Perseverance desde 2012. El instrumento SHERLOC de Perseverance reveló estas moléculas al escanear dos formaciones rocosas en el suelo del cráter Jezero, un área que se cree que es un antiguo lecho de un lago seco.

"Nuestros resultados respaldan las observaciones de misiones robóticas anteriores a Marte de que el planeta rojo alguna vez fue rico en material orgánico, compuestos hechos principalmente de carbono e hidrógeno, y que parte de ese material orgánico todavía se puede detectar miles de millones de años después - añade el coautor Joseph Razzell Hollis -. Cada detección, cada observación, nos brinda un poco más de información que nos acerca a la comprensión de la historia de Marte y si pudo haber albergado vida en el pasado".

Lo que realmente llamó la atención de los investigadores fue cómo estas moléculas se produjeron en diferentes patrones, lo que sugiere que se crearon a través de numerosos mecanismos naturales distintos. "Ver que las posibles señales orgánicas difieren en términos de tipo, número de detecciones y distribución entre las dos unidades del suelo del cráter fue sorprendente y emocionante - concluye Sharma -. Eso abre la posibilidad de diferentes mecanismos de formación, preservación o transporte a través del cráter y, más ampliamente, la superficie de Marte".

Los resultados del análisis demostraron que estas moléculas pueden haberse originado hace alrededor de 2.300 millones a 2.600 millones de años, un período de tiempo considerable y que descartan la posibilidad de contaminación por parte de moléculas de la Tierra. El próximo paso es traer algunas de las muestras recogidas por Perseverance de regreso a la Tierra para poder realizar análisis más avanzados. Eso significa que tendremos que ser pacientes por ahora, pero el hallazgo, sin duda, resulta más que interesante.