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Salud

Hallazgo sin precedentes: la proteína que causa el alzhéimer es la nueva gran esperanza contra el cáncer

La misma proteína que causa estragos en el cerebro de los enfermos de alzhéimer podría ser una inesperada y poderosa aliada para el sistema inmunitario en su lucha por destruir tumores cancerígenos

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La proteína que roba los recuerdos podría ser, paradójicamente, la que salve vidas en el futuro. Conocida por ser la principal responsable de la devastación neurológica en los enfermos de alzhéimer, la molécula beta-amiloide ha revelado una faceta completamente inesperada: su capacidad para fortalecer el sistema inmunitario en su lucha contra el cáncer. Se trata de un descubrimiento que redefine a la molécula responsable del alzhéimer como un arma de doble filo, con efectos diametralmente opuestos según la parte del cuerpo en la que actúe.

De hecho, esta sorprendente conexión no es una mera hipótesis de laboratorio, sino que se apoya en una evidencia estadística de gran envergadura. Un estudio epidemiológico ha constatado que los adultos mayores de 59 años diagnosticados con esta enfermedad neurodegenerativa tienen hasta 21 veces menos probabilidades de desarrollar un tumor. Este dato, que durante mucho tiempo fue un misterio para la comunidad científica, parece encontrar ahora su explicación en el curioso comportamiento de esta proteína.

El mecanismo de acción reside en un proceso llamado mitofagia, que funciona como el sistema de limpieza celular encargado de eliminar las mitocondrias defectuosas. En el cerebro, la acumulación de beta-amiloide bloquea este proceso, lo que provoca la muerte neuronal. Sin embargo, tal y como han publicado en SciTechDaily, ese mismo bloqueo resulta beneficioso para las células T del sistema inmunitario. Al impedir la limpieza, estas células retienen más mitocondrias, producen más energía y se convierten en "súper soldados" mucho más eficaces a la hora de localizar y destruir células cancerosas. Este enfoque de potenciar las defensas del organismo es una de las vías más prometedoras, explorándose también compuestos de origen natural como los de un hongo capaz de hacer frente al cáncer.

Una nueva vía para rejuvenecer el sistema inmunitario

Asimismo, los experimentos realizados en el laboratorio han validado esta teoría con resultados muy prometedores. Los investigadores lograron rejuvenecer las células T envejecidas trasplantándoles mitocondrias extraídas de las células inmunitarias de pacientes con alzhéimer. Este procedimiento consiguió devolverles una parte considerable de su capacidad combativa, demostrando que la energía extra es un factor clave en la respuesta inmunitaria del organismo.

Por este motivo, el hallazgo ha identificado al fumarato, una molécula producida de forma natural por las mitocondrias, como un regulador fundamental de la mitofagia. La administración de esta sustancia a células T envejecidas mejoró de forma notable su función antitumoral, lo que abre la puerta al desarrollo de nuevos fármacos. Estas futuras terapias podrían revitalizar las defensas del cuerpo, ya sea con fármacos basados en fumarato o incluso mediante trasplantes de mitocondrias.