Mundo paranormal
¿Hay pruebas científicas que demuestren la existencia de fantasmas?
Muchos expertos han teorizado durante siglos acerca de estos seres, aunque no hay pruebas concluyentes que evidencien su presencia en la vida cotidiana
A lo largo de la historia han surgido relatos de personas que aseguran haber sido testigos de fenómenos paranormales. Afirman haber presenciado la aparición de fantasmas o espíritus, e incluso han sostenido tener pruebas fiables de estos eventos inexplicables. Durante siglos, e incluso en la actualidad, existen grupos dedicados al espiritismo que intentan invocar espíritus a través de diversos métodos, como el conocido juego de la ouija.
A finales del siglo XIX, en Inglaterra, se estableció la Sociedad de Investigación Psíquica, encabezada por Eleanor Sidgwick, que contaba con la participación de miembros de las prestigiosas universidades de Cambridge y Oxford. Este grupo marcó el comienzo de lo que podríamos considerar como los primeros 'cazafantasmas'. Sin embargo, a pesar de la larga tradición que defiende la existencia de fantasmas, hasta el día de hoy no se ha encontrado evidencia científica sólida que confirme su existencia.
En realidad, la imposibilidad de demostrar científicamente la existencia de fantasmas se debe en parte a la falta de consenso sobre qué son exactamente. Se ha especulado que podrían ser almas errantes de personas fallecidas que deben resolver asuntos pendientes antes de cruzar al más allá, pero ¿cómo se explican entonces los fantasmas de objetos, como vagones, pueblos o edificios?
Además, ¿cuál es la naturaleza de un fantasma? ¿Son entidades inmateriales, tangibles o intangibles? Las múltiples y variadas experiencias reportadas por aquellas personas que afirman haber visto fantasmas no pueden proporcionar una respuesta clara a estas interrogantes, lo que agrega un elemento de incertidumbre a estas afirmaciones.
Algunos teorizan que los fantasmas podrían ser una forma de energía, basándose en la primera Ley de la Termodinámica que establece que la energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma. Según esta perspectiva, la energía de un individuo fallecido tomaría una nueva forma como un fantasma. Sin embargo, la realidad es que la energía liberada por los cuerpos al morir se disipa en forma de calor a través de procesos de descomposición.
A pesar de la falta de evidencia científica, es importante destacar que a lo largo de la historia, destacados científicos y figuras culturales, como William Crookes, Charles Richet y Alfred Russel Wallace, han creído en la existencia de fantasmas. Sin embargo, sus creencias no han logrado proporcionar pruebas concluyentes de la existencia de estos enigmáticos seres.
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