Descubrimiento
Las "huellas de pezuñas" revelan su origen después de una década
Un equipo de investigadores exploró estas misteriosas marcas encontradas a una profundidad de 450 metros
Las profundidades del vasto océano, que abarcan más del 70% de la superficie de la Tierra, albergan secretos y misterios que continúan intrigando a la humanidad. A lo largo de una década, un enigma que perplejó a los científicos finalmente ha encontrado su respuesta en las aguas de Nueva Zelanda, abriendo la puerta a una serie de interrogantes sobre lo que aún aguarda en las profundidades oceánicas.
En 2013, el Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera de Nueva Zelanda (NIWA) hizo un descubrimiento notable en las profundidades marinas: unas extrañas marcas que a simple vista se asemejaban a huellas de pezuñas en el lecho del océano. La comunidad científica se vio desconcertada, especulando si se trataba de un signo de una especie de pez desconocida para la ciencia. Sin embargo, en ese momento, las incógnitas superaban las respuestas.
Una década después, la tecnología ha permitido arrojar luz sobre este enigma. Equipado con el Sistema de imágenes de remolque profundo (DTIS), un equipo de investigadores exploró minuciosamente estas misteriosas marcas a una profundidad de 450 metros. Las respuestas a las preguntas que habían desconcertado tanto a científicos como entusiastas del océano finalmente se revelaron.
Las enigmáticas "huellas de pezuñas" se revelaron como un fenómeno causado por una especie de pez conocida como Granadero o Cola de rata. Estos peces, que se aventuran en las profundidades del océano, emplean sus bocas para morder el lecho marino en busca de sustento.
La bióloga marina Sadie Mills, quien participó activamente en esta investigación, compartió su entusiasmo al descifrar este misterio perdurable. Estas marcas de mordeduras proporcionan una visión invaluable de los hábitos alimenticios de las Colas de rata, hasta entonces poco documentados en su entorno natural.
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