Geología
El movimiento del polo norte ha triplicado su velocidad en los últimos años, ¿qué significa esto?
Los aeropuertos, las comunicaciones y hasta la vida (protegida por el campo magnético) dependen de ello.
A principios del siglo XX, el Polo Norte, se desplazaba a unos 20 km. por hora, en dirección Siberia, pero con claro destino final, el sur. Cuando comenzó el siglo XXI la velocidad se había incrementado y 40 km por año y ahora, los últimos estudios, señalan que ya estamos en los 55 km/h. Puede que la velocidad tome por sorpresa a los científicos, pero el movimiento no. Y estas son las consecuencias.
El campo magnético de la Tierra es consecuencia del movimiento del núcleo de nuestro planeta, en particular de los movimientos de hierro y níquel. Esto hace que los polos magnéticos se desplacen y, eventualmente, se inviertan pasando el polo magnético norte al sur y viceversa. Este movimiento tiene un impacto en el campo magnético de la Tierra, el mismo que nos protege de las tormentas solares, por ejemplo.
La NASA ha estudiado registros paleomagnéticos y señala que este cambio de polos magnéticos se ha producido unas 183 veces en los últimos 83 millones de años. Los intervalos de tiempo entre reversiones han variado ampliamente, pero promedian alrededor de 300.000 años. Y desde la última vez que ha ocurrido han pasado ya unos 780.000 años. Hemos más que duplicado la cifra promedio.
En los últimos 200 años el campo magnético de la Tierra se ha debilitado un 9%. Pero esto no es alarmante, ya que el mismo informe de la NASA indican que el campo magnético de la Tierra es tan fuerte como lo ha sido en los últimos 100.000 años y es dos veces más intenso que su promedio de un millón de años.
A esto hay que sumarle que los fósiles del último gran período de inversión de los polos no muestran cambios significativos en la vida vegetal y animal. En pocas palabras: ni escenarios apocalípticos o extinciones importantes provocadas por la inversión de los polos. Pero sí otros problemas. La inversión de los polos afecta directamente a la navegación tanto para animales que dependen de saber dónde está el norte magnético como para aviones y satélites.
Según la NASA, la ubicación precisa del polo norte magnético de la Tierra se determinó inicialmente en 1831. Desde entonces, se ha desplazado constantemente hacia el norte-noroeste, más 1100 km. Este movimiento gradual afecta la navegación y requiere ajustes regulares. Entre los primeros afectados por este tema se encuentran los aeropuertos, principalmente los del norte.
Y cada vez más frecuentemente, sobre todo en los aeropuertos más el norte, donde la diferencia es mayor. Tanto que en algunos aeropuertos pueden tener el norte geográfico justo enfrente, pero el magnético a 90º. Obviamente, nadie va a aterrizar donde no hay pista y todo esto se solventa con tiempo y papeleo constante. Uno que pronto comenzará a afectar a aeropuertos más y más al sur.
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