El PP valenciano sobre el “pin parental”: “Ni el PSOE ni Vox nos marcan la agenda”

El PPCV quiere salir del bucle creado por la aplicación del “pin parental” en Murcia. “Ni el PSOE ni Vox nos marcan la agenda política”, ha asegurado la portavoz adjunta del grupo parlamentario popular, Elena Bastidas, quien defiende que hay temas muchísimos más importantes de lo que hablar para que “no mande ni el PSOE ni Vox”.

Bastidas remarca que el PP está a favor de la “libertad, en la que marca el artículo 27.3 de la Constitución española que reza: “Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.

El pin parental en la Comunitat

Vox presentó ayer una iniciativa en Les Corts para que instaure el pin parental en los centros educativos de la Comunitat, con el fin de que se necesite el consentimiento expreso de los padres o tutores para cualquier actividad con contenido de valores éticos, morales, sociales o cívicos.

Así lo recoge la proposición presentada por el portavoz adjunto de Vox José María Llanos, quien defendió que este asunto «no debería ser cuestionado por nadie», pues depende «de la libertad de los padres» y está amparado por la Constitución y por la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Señaló que el pin parental no afecta a materias troncales como las matemáticas, las ciencias sociales o las ciencias naturales, sino que se aplica sobre materiales, charlas o talleres relacionados con cuestiones «moralmente controvertidas» que pueden afectar a la sexualidad y que quedan fuera del ámbito curricular.

Por este motivo, Vox propone la aplicación el pin parental, para que «ante cualquier charla de este tipo, se comunique antes a los padres para que ellos decidan libremente dar su autorización o no».

Según explicó Vox en la iniciativa, el “pin parental” es una solicitud dirigida a los directores de centros educativos, en la que se les pide que informen previamente a los padres o tutores, a través de una autorización expresa, sobre cualquier materia, charla, taller o actividad que afecte a cuestiones moralmente controvertidas o sobre sexualidad, que puedan resultar intrusivos para la conciencia y la intimidad de sus hijos.

De esa manera, los padres, madres o tutores puede conocerlas y analizarlas de antemano, reflexionar sobre ellas, y en base a ello, dar su consentimiento o no, para que su hijo asista dicha formación.