Temporal
El temporal “Gloria” elevó el nivel del agua del litoral hasta 1,5 metros
En futuros episodios, la elevación podría ser aún mayor
El temporal “Gloria” ha dejado una sobreelevación relevante en algunos puntos de la costa valenciana de hasta 1,50 metros de la marea meteorológica, según catedráticos de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), que aseguran que en el futuro esa variación podría llegar a los dos metros en el litoral.
Según las observaciones en los mareógrafos, esa sobreelevación ha oscilado entre los 80 centímetros y 1,50 metros, pero en un futuro con la intensificación y frecuencia cada vez mayor de los fenómenos meteorológicos se podrían alcanzar los dos metros, han coincidido los catedráticos José Serra Peris y Josep Ramón Medina.
En este episodio el efecto se ha producido desde el mar y ha provocado una subida del nivel y oleaje que ha empujado los elementos flotantes y la arena hacia el interior, según Medina Folgado, catedrático en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la UPV.
“Eso significaría que la costa seca desaparece” en episodios como el vivido con “Gloria”, según Serra Peris, catedrático de Puertos y Costas de la UPV, una situación que “se agravará” en el futuro con los fenómenos meteorológicos.
Este temporal "no ha sido extraordinario" han coincidido ambos catedráticos, sin embargo, muchas playas de la costa levantina, catalana y balear se vieron arrasadas, por lo que con miras a la ocupación turística de Semana Santa, muchos ayuntamientos urgen la reconstrucción de las playas.
Sin embargo, las actuaciones para la recuperación de arena en las diferentes playas "no puede ser igual en todas partes", ha explicado Serra Peris, porque España cuenta con más de 8.000 kilómetros de costas y gran riqueza de biodiversidad y litológica en el Mediterráneo, Cantábrico, Atlántico peninsular y Atlántico macaronésico (Canaria).
Medina Folgado ha explicado que en este episodio "los puertos no han sufrido más que las paradas operativas necesarias, pero es algo habitual durante unas horas o días al año por el oleaje para asegurar la carga y descarga".
Ambos profesores coinciden que para paliar los efectos de la pérdida de playas que se producen con la sobreelevación y oleaje es necesario recuperar los sedimentos que arrastran los ríos desde el origen, algo que no sucede por la construcción de los embalses que retienen la arena y la grava y que no llega a las playas de forma natural.
Es lo que sucede con los aportes del Ebro que no aportan sedimentos a los cauces y se quedan atrapados en el fondo de los embalses y no llegan a ninguna de las playas a lo largo del litoral mediterráneo, han explicado.
Otro factor que se suma al anterior y agrava la situación es la sobreexplotación de los acuíferos, algo que sucede en todas las cuencas en todos los países ribereños del Mediterráneo, donde las playas viven del ahorro de arena que tienen, y las playas "tienen hambre", según Serra Peris.
Además, en algunas zonas litorales la falta de sedimentos, la proliferación urbanística y la construcción de barreras arquitectónicas ha provocado erosión y la eliminación de las dunas, defensas naturales de las playas.
Esa situación, explica Serra Peris se dio con la playa del Saler, donde en un principio la pérdida de playa era de unos 20 a 30 centímetros con los temporales, con la eliminación dunar se pasó a los cuatro metros al año.
Según Medina Folgado, en este temporal, la peor parte se la ha llevado la playa de Les Deveses, en Denia, porque ya había un proceso erosivo que lleva años, hay un espigón al sur, que también tiene su efecto, y la playa se va haciendo más pequeña y con temporales como este se producen sus efectos en las construcciones y edificaciones.
A la espera de más valoraciones sobre la borrasca Gloria, este temporal es "similar al de 2001, que fue muy fuerte, vino del nordeste e hizo más daño a Baleares, pero con efectos similares a los que ha dejado ésta en la Comunitat Valenciana, según Medina Folgado.
Ambos coinciden en que la recuperación de arena en las playas de la Comunitat Valenciana es posible con la explotación de una banco de arenas con unos 100 millones de metros cúbicos que existe frente a Valencia.
Según los estudios de impacto ambiental, señalan, la explotación de estas reservas de arena no tendría ninguna consecuencia sobre la biodiversidad de la zona.
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