La Generalitat espera instrucciones sobre "posibles desescaladas educativas” por autonomías

800.000 alumnos y 72.000 profesores esperan con impaciencia las directrices sobre la vuelta a los colegios. La Generalitat valenciana sigue sin poder concretar nada al respecto y está a la espera de que haya “certezas” por parte del Gobierno. De momento, la Conselleria de Educación sí que ha avanzado que el próximo curso escolar comenzará el 7 de septiembre al 23 de junio, un periodo que amplía en una semana los días lectivos con el objetivo de recuperar parte de los contenidos que no se han podido impartir este año.

Educación espera que el Ministerio convoque a las comunidades autónomas a una reunión para “trabajar conjuntamente”, mirar “bien” la situación de cada autonomía y “dibujar un escenario bien perfilado” para que los ciudadanos entiendan las concreciones que se establezcan, según han indicado a Efe fuentes de este departamento.

El Ministerio de Educación estudia con las comunidades autónomas cómo organizar la vuelta a clase en septiembre “guardando las imprescindibles medidas de seguridad sanitaria” en el caso de que no pueda haber grupos de más de 15 alumnos por aula.

No obstante, los menores de seis años y cuyos padres trabajen de manera presencial, podrían volver a los colegios el próximo 25 de mayo. Sobre este asunto tampoco hay novedad alguna. “Trabajamos con certezas y necesitamos instrucciones del BOE sobre las posibles desescaladas educativas”. Hasta ese momento, desde el departamento que dirige Vicent Marzà, insisten a LA RAZÓN, que no pueden concretar actuaciones dentro del ámbito autonómico porque dependen de las instrucciones de las autoridades sanitarias.

Turnos y conciliación familiar

La escuela concertada afirma que existe mucha preocupación e incertidumbre sobre la vuelta a las clases en septiembre, según ha manifestado Vicenta Rodríguez, de Escuelas Católicas, que engloba 300 centros concertados de todas las etapas.

Se deberá tener en cuenta la conciliación familiar si se establecen turnos en las aulas, las medidas sanitarias en la entrada del centro, en la salida al patio y en los accesos a los lavabos, y cómo se ofrece el refuerzo a los alumnos con dificultades de aprendizaje. “Estamos en una situación que no sabemos, y la única certeza es que esto va a suponer una ruptura considerable del aprendizaje”, ha asegurado Rodríguez, quien considera que el refuerzo en clase a distancia “va a ser complicado”.

Por su parte, el portavoz de la Federación Católica de Padres de Alumnos de Valencia (FCAPA), que agrupa a 150 colegios y 54.000 familias, Vicente Morro, ha asegurado que el Ministerio de Educación “no tiene competencias” sobre las comunidades para decidir la vuelta a clase en “esas condiciones que propone”, y se ha mostrado partidario de volver a la normalidad “lo antes posible y todos los alumnos por igual”, permitiendo la conciliación laboral y familiar.

Ha calificado de “barbaridad” que convivan las clases presenciales con las telemáticas porque supondría “tener alumnos a dos velocidades” y sería “un caos innecesario si se hacen las cosas bien a priori”.

Por el contrario, el sindicato STEPV ha considerado “adecuada” la combinación de clases presenciales y “online” el próximo curso y, de hecho, ya ha trasladado una propuesta a la Conselleria para reducir las ratios en las aulas con el fin de garantizar la distancia de seguridad y para que se estudie la posibilidad de combinar ambas modalidades. “Ahora toca estudiar cómo se puede llevar a cabo esta posibilidad reduciendo al máximo la asistencia del alumnado y teniendo en cuenta las diferentes etapas educativas”, según el STEPV, que añade que ello pasa por una reducción de las horas lectivas del profesorado y, por tanto, un incremento de su número.

La Federación de Familias Numerosas de la Comunidad Valenciana (Fanucova) ha reclamado al Gobierno y a la Generalitat “soluciones reales de conciliación y apoyo a las familias numerosas”, entre ellas facilitar las jornadas intensivas en los hogares en los que ambos progenitores trabajen para poder turnarse en el cuidado del hogar y de los hijos.

También proponen subvenciones para el acceso a soportes informáticos para familias numerosas, apoyo económico para la contratación de empleadas del hogar y dotar de ayudas a los centros escolares públicos y concertados para que puedan facilitar al alumnado el acceso a la educación de máxima calidad en igualdad de condiciones.