Fallas inoportunas

El presidente de la Generalitat, la delegada del Gobierno, el alcalde de Valencia y todos sus homólogos que han programado para esta semana unas fiestas inoportunas e innecesarias, tendrán que poner en guardia a todos sus equipos de vigilancia para controlar e impedir las consecuencias de la pandemia, posiblemente graves, que puede producir una decisión que muy pocos han comprendido, incluido un gran número de falleros que no se han apuntado a los actos.

Lo digo a riesgo de ser tildado de antifallero pero avalado por un escenario que no invita a superficialidadescomo indicamos con cifras en esta misma edición, un escenario con casi el doble de nuevos contagios y el triple de muertos que en estas mismas fechas del año pasado.

Entiendo el perjuicio que la Covid 19 ha ocasionado a los artistas, a las Comisiones y a todo el mundo relacionado con los eventos josefinos y que exige una solución por parte de las administraciones públicas. Con ellos mi solidaridad. Ayudas y subvenciones para ellos a costa de un recorte en otros capítulos como el de los sinecuras tan prolíficos en esas administraciones.

Incluso hay asociaciones de hosteleros contrarios a esta celebración extemporaly a quienes, supongo, no se les ha consultado. Ojalá no tengamos que lamentarnos. Así es la vida.