Sucesos

Cae una red criminal que estafó a más de mil víctimas por toda España suplantando una web de productos electrónicos

Ofertaban relojes, teléfonos y otros productos electrónicos de alta gama en las web clonadas con un precio ligeramente inferior

La Policía Nacional ha desarticulado una red criminal que estafó presuntamente más de cinco millones de euros suplantando páginas web de productos electrónicos de alta gama que operaban a nivel internacional desde las localidades alicantinas de Orihuela y Torrevieja, con más de mil víctimas en toda España.

Según la Dirección General de la Policía, han sido detenidas tres personas y otras dos han sido investigadas. Los sospechosos contaban con más de un centenar de cuentas bancarias abiertas con documentación falsa donde recibían el dinero estafado de sus víctimas.

El modo de actuar de la organización siempre partía de la misma base, que era la suplantación de identidad de páginas web legítimas de empresas de productos electrónicos de alta gama, creando otras con una interfaz de usuario muy similar o idéntica a la legítima, además de utilizar nombres de dominio parecidos a los utilizados por esas mercantiles.

Además, mediante posicionamiento preferente en buscadores, los estafadores conseguían que estas páginas fraudulentas aparecieran en mejores posiciones en los motores de búsqueda que las de las empresas legítimas.

Ofertaban relojes, teléfonos y otros productos electrónicos de alta gama en las web clonadas con un precio ligeramente inferior a los de la marca original para evitar que resultase demasiado evidente que se trataba de sitios fraudulentos.

Esta forma de actuar hacía creer a las víctimas que se encontraban de verdad en las páginas legítimas que ellas querían visitar, pero cuando realizaban compras en estas, no obtenían nunca el producto comprado, ni respuesta alguna por parte del supuesto soporte técnico.

También se detectó que, en algunas ocasiones, la empresa que realizaba el cobro era diferente a la páginadonde se efectuaba la compra.

Cuando una web se identificaba como fraudulenta y se procedía a su cierre, la organización criminal no se veía afectada, puesto que inmediatamente creaba una nueva y volvía a lograr un buen posicionamiento en los principales motores de búsqueda.

Una vez que la red criminal obtenía el dinero defraudado, este se convertía a criptodivisas y lo traspasaba incontables veces, empleando lo que se conoce como “carteras frías” para dificultar su rastreo e identificación de los receptores.

Con dicho 'modus operandi' han sido capaces de estafar a más de 1.000 víctimas en toda España, a las que habrían intentado estafar más de 5.000.000 de euros. Para llevarlo a cabo, la organización abrió más de cien cuentas bancarias y numerosas páginas web usando documentación falsificada y datos de identidad falsos.

Una vez identificados y localizados los integrantes de la red, se registraron sus domicilios, en los que se intervinieron documentación falsa utilizada para las estafas, tarjetas de crédito en blanco dispuestas para su grabación -con datos de tarjetas robadas o comprometidas que obtenían en el mercado negro-, un dispositivo para la grabación de las tarjetas y diversos teléfonos móviles.