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La historia del pantano español que nunca llegó a ser inaugurado

El emabalse es, además, uno de los lugares más bonitos de la costa del Mediterráneo

Imagen del pantano de Guadalest, en Alicante
Imagen del pantano de Guadalest, en AlicanteLa Razón

La localidad alicantina de Guadalest, situada en la comarca de la Marina Baixa, es conocida por su Castillo, de la época árabe, una fortaleza que impresiona por su altura y por su excelente estado de conservación, y que atrae a miles de visitantes cada fin de semana. Pero para llegar al Castillo hay que pasar por otras de las atracciones de la localidad que, aunque es menos conocida, es igual de bella y de curiosa.

Se trata del pantano de Guadalest. Situado frente al pueblo, puede divisarse tranquilamente mientras se da un paseo por el municipio. Lo curioso de este embalse es que nunca llegó a ser inaugurado. Aunque sus obras arrancaron en el año 1953 y finalizaron en 1966, el entonces caudillo, Francisco Franco, conocido entre otras cosas por su interés por construir e inugurar pantanos, nunca visitó ni mucho menos inauguró este embalse.

Los más viejos del lugar recuerdan que planes hubo porque se llegó a instalar una placa conmemorativa y se hicieron todos los preparativos necesarios para que alguna autoridad, pronunciara aquel manido «este pantano queda inaugurado». Aquello, simplemente, nunca sucedió.

La construcción del embalse supuso el desembolso de 166 millones de pesetas de la época, lo que equivaldría a algo menos de 30 millones de euros actuales, sin duda, una nada desdeñable cantidad.

A día de hoy, no solo sigue en funcionamiento, sino que, con sus 13 hectómetros cúbicos de capacidad, es una obra hidráulica funfamental para el abastecimiento de agua en la comarca.