Desatre natural

Niños en la DANA: su salud mental, contra las cuerdas

Los menores reviven los días de confinamiento y el impacto emocional de una situación de emergencia puede durar de por vida

DANA Kids crea espacios en los que los niños puedan mantener su rutina en una situación de emergencia
DANA Kids crea espacios en los que los niños puedan mantener su rutina en una situación de emergenciaLa Razón

Juguetes y libros, o más bien cuentos, son objetos de primera necesidad para la estabilidad emocional de los niños que están viviendo la tragedia de la DANA en toda su extensión. Pero no se incluyen, a la vista de los cargamentos que llegan a diario a Valencia, entre los bienes que instituciones públicas y privadas, empresas y todo tipo de organizaciones están recogiendo y enviando a la llamada zona cero de la provincia de Valencia, devastada por el desastre natural del 29 de octubre.

Tal y como remarcan los psicólogos los niños, al igual que las personas mayores, son los más vulnerables a los choques emocionales por dos razones; la primera que carecen de las herramientas y recursos internos para afrontar una situación de emergencia como los adultos, y la segunda, porque su cerebro está formándose. En Valencia, y como consecuencia del episodio de lluvias torrenciales del 29 de octubre, 24.000 alumnos han dejado de ir al colegio, al arrasar y destruir los centros escolares un fenómeno meteorológico de la potencia de esa DANA; obviamente, la cifra de menores en los que la el episodio ha dejado y dejará una huella emocional es mayor.

No exponerlos a imágenes de televisión

Según explica al diario La Razón la psicóloga Sarahbel Pascual, profesional especializada en psicología de la salud y en traumas, es importante «no exponer a los niños y menores a las imágenes que constantemente salen en televisión y en otros medios de comunicación de la DANA». A ellos, agrega, una situación de emergencia les afecta muchísimo y más que a los adultos. «Una catástrofe de estas dimensiones puede generar un trauma de larga duración en la población más vulnerable como son los niños», destaca.

Además de que el trauma puede ser de por vida, cuanto menor sea el niño, mayor será el impacto emocional; precisamente porque su cerebro está formándose. Pascual matiza, no obstante, que el impacto emocional de la DANA en niños estará modulado por el contexto del menor. El apoyo que reciban en los momentos inmediatos al desastre, concreta, es fundamental.

Seguridad

«La palabra clave es seguridad; los niños necesitan sentirse seguros y por supuesto la atención psicológica en estos casos es fundamental», añade. Se trata de una atención psicológica que, según la profesional, debe prestarse de manera coordinada entre padres y madres, colegios y profesionales de la salud mental y de manera prolongada en el tiempo. Esto es así porque las secuelas salen a relucir con el paso de los días y las semanas.

Para contrarrestar los efectos de que los niños hayan dejado de ir al colegio, la psicóloga agrega que deben «socializar, correr, jugar; algo que hacen en sus centros escolares que son para ellos un lugar seguro». De ahí que anime a las familias a que, si sus hijos no van a clase, suplan ese espacio en el que se relacionan con sus amigos por otras actividades como las que, por ejemplo, ofrece la iniciativa DANA Kids en la ciudad de Valencia. «Es un espacio para niños de 3 a 12 años para cuidarlos, es decir, en el que se mira por su salud emocional» Recuerda también como el confinamiento provocado por la pandemia del Covid «fue devastador emocionalmente para los niños».

Para atender a los menores hay varias organizaciones sobre el terreno y una es la ONG Save the Children. Con su experiencia a pie de calle, explican que, además de los bienes básicos como agua, leche o pañales, lo que necesitan ahora los más pequeños es apoyo psicológico.

«Pesadillas, terror, ansiedad o miedo a la lluvia son algunos de los efectos que la DANA ha provocado en los infantes, y el objetivo de esta ONG es que los niños puedan volver a ser niños, indica el director de Save the Children en la Comunitat Valenciana, Rodrigo Hernández. Agrega que una de las prioridades ahora es crear «espacios seguros en los que puedan empezar a recuperar su infancia, por ejemplo, con otros niños».

De hecho, con la destrucción que las inundaciones han dejado en muchos centros escolares, los menores no tienen forma de relacionarse socialmente. «Es fundamental que puedan volver a lugares en los que jugar y recuperar su infancia». «Pese a que todos han demostrado tener gran resiliencia, para los niños va a tener un gran impacto ver cómo en el lugar donde jugaban el día anterior había coches flotando. Un impacto tanto en el presente como en el futuro; hay que abordarlo cuanto antes».

Otra de las recomendaciones de la ONG es alejar a los menores de las zonas afectadas, ya que los restos biológicos en descomposición pueden afectar a un sistema inmune todavía sin desarrollar.

«Existen vacunas, sí, pero no pueden estar jugando en zonas en contacto con material orgánico». Y Hernández apela también a mantener la higiene íntima especialmente en niñas, asegurando que se realiza con agua limpia, sin contaminar.

Sin duda, y como recalcan en Save the Children, «ahora y entre todos es imprescindible dar una respuesta a la altura de los más pequeños».