Armando del Río: «Soy un desastre, me dejo los guiones en los rodajes»
El intérprete acaba de estrenar «El nudo» en Atresplayer Premium
Creada:
Última actualización:
Fue Suso de «Compañeros», el médico del Samur, el policía de «Sin tetas no hay paraíso», el cantante del Kronen, el malo de Pancho y el de los vinos tal y como se presenta en su cuenta de Twitter. Y es que desde que en 1992 debutara en «Jamón jamón» anda que no ha llovido. Armando del Río es uno de los actores de «El nudo», una serie de Atresplayer Premium que narra la historia de dos parejas que se cruzan para vivir un amor prohibido y que acaba de estrenarse. Pero, además, está rodando «El último show» y en noviembre también estrenará «Bajos Fondos», basada en la exitosa serie policíaca holandesa «Penoza». Por si fuera poco, como director y productor lleva su último corto, «Karma», por festivales nacionales.
–¿Cuántas vidas vive usted?
–He vivido trocitos de muchas, porque no son completas. Lo bueno de este trabajo es poder ponerse en la piel de otro.
–¿Cuándo vive y cuándo actúa?
–Actúo cuando dicen «acción» y empiezo a vivir cuando dicen «corten».
–¿Nunca traspapela los guiones?
–Me los voy dejando siempre en los rodajes. Soy un desastre.
–¿Es usted un actor en plena forma?
–Digamos que con los años se va aprendiendo. Y que estoy en mi mejor momento.
–Al hilo de algunos título, ¿qué se le hace un nudo?
–Algunas sentencias judiciales, ciertos políticos que solo miran por sí mismos, la pobreza, la necesidad de dignidad humana…
–¿Y cómo lo desanudaría?
–Quitando de la primera línea para la toma de decisiones a quienes únicamente les preocupan sus intereses.
–¿Qué prohíbe el amor?
–En principio no debería prohibir nada. Si de algo tiene que vanagloriarse es de permitir prácticamente todo. El amor, si es verdadero nunca te va a dañar. Y si es falso, no es amor.
–¿Un show que le gustaría ver antes de morir?
–El de cientos de naves alienígenas bajando a la Tierra para que, por fin, se caguen unos cuantos. Aunque entiendo que vendrían en son de paz, que no buscarían minerales y comida, sino que nos permitirían dar un salto evolutivo.
–Hablando de saltos, ¿cómo ha sido el suyo a los Países Bajos?
–Me llegó la posibilidad de hacer una prueba para un personaje en inglés. La grabé en la terraza de mi casa, la mandé y en 10 días estaba en Ámsterdam. Fue todo muy rápido.
–¿Cree en el karma?
–Hay que saber qué es exactamente. Creo en él como una reacción a una acción previa que contraiga una deuda kármica que tenga que solucionarse en un futuro más o menos próximo. Porque todo lo que hacemos tiene consecuencias.
–«Karma» es un corto que habla sobre el amor verdadero, la vida, la muerte y la reencarnación. ¿En qué le gustaría reencarnarse?
–No es que me quiera reencarnar en algo. Pero yo necesito experimentar el mundo físico, evolucionar y aprender. Lo que no quiero es volver atrás.
–¿De qué aprende?
–De todo lo que me sucede. Si el alma es inmaterial y no tiene contacto con el mundo material, cuando te reencarnas en un ser vivo se supone que lo que te diferencia es poder relacionarte con las emociones. Eso te condiciona para que tu vida sea de una determinada forma y aprendas de todas las experiencias. Y ésa es la base de la reencarnación.
–¿Para cuándo un largometraje?
–Espero que para pronto, porque ahora mismo tenemos un par de proyectos: «Karma» y otro basado en un corto que dirigí, «La leyenda del hombre lento», que ha sido seleccionado entre 500 proyectos.
–¿«El hombre lento» es una leyenda?
–Es un tipo que empieza con todas las dificultades en un mundo de prisas y termina descubriendo para lo que sirve. Lo que consigue se convierte en una leyenda.
–¿Qué puede frenar el ritmo acelerado que existe hoy en día?
–La extinción (risas). O la toma de conciencia. No es posible seguir con este nivel de destrucción del medio ambiente, de capitalismo salvaje, de generación de residuos... Hay que cambiar.
–La explosión «seriéfila», ¿presiona?
–Creo que no presiona, impresiona. En realidad es más trabajo para todos, así que bienvenida sea.
–Sí, pero ¿cuántas series van a ser la mejor serie de la historia?
–Ah, pero ése es otro problema. Las palabras pierden significado cuando se repiten tanto.