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Poesía

Blon: «La cultura nos puede abrir los ojos a lo que hay tras el telón»

El artista publica «Hemisferios», su segundo poemario, en el que aborda temas como la violencia de género, la tauromaquia o la inmigración desde una perspectiva dual

Te leo a Pablo Pérez Rueda (Blon).
Te leo a Pablo Pérez Rueda (Blon).Ruben mondeloLa razon

De Pablo a Blon hay una letra y un mundo de diferencia. El primero es la persona; el segundo, la personalidad cuando rima, cuando escribe, cuando fluye. Pero no siempre. Acaba de estrenar un compendio de poemas bajo el título de “Hemisferios”, donde bucea en la brillantez que esconde la crueldad y donde explora el terror que se disfraza de belleza. El tema de la dualidad siempre es algo que siempre me ha gustado explorar, dice Pablo (en cursiva). “Siempre me ha gustado la idea de crear algo original y diferente y que el proceso creativo no sea fácil”, explica Blon, el artista (entre comillas). Se pueden confundir y es lógico: forman parte de un mismo todo y el uno no sabe vivir sin el otro, pero son la noche y el día, el agua y el fuego; el hemisferio norte y el sur.

El poeta (en sus libros firma con su nombre de pila y sus apellidos) debutó en el folio en el año 2017 con “Eternamente”, un poemario donde el amor prevalecía sobre otros temas. Aquí ha jugado con la fórmula: sobre un concepto ha desarrollado la idea de “escribir dos poemas totalmente diferentes pero que, a su vez, no saben respirar el uno sin el otro”. Así, por ejemplo, Padre es un cántico a una paternidad todavía no explorada por parte del poeta pero sobre la que ya reflexiona, mientras que la misma palabra dada la vuelta es una fuerte crítica a la iglesia católica y a la pederastia.

Al final Pablo y Blon forman parte de un mismo todo. El primero siempre ha sido una persona con mucha ansiedad, ha pasado por muchos momentos de su vida que se ven reflejados en el segundo a la hora de rapear y de componer. Cuando soy Pablo soy mucho más reservado y tímido. Blon es una persona más agresiva, con más seguridad. También pienso que el humor de Pablo se ve reflejado en Blon cuando batallo, cuando escribo y todo lo que a Pablo le mueve o le motiva es lo que Blon emplea para hacer arte.

Mientras que el primer conjunto de escritos versaba fundamentalmente sobre el amor, este segundo abarca mucho más. Para el poeta amor es “todo aquello que hace sentir bien y que empuja a seguir hacia delante”, además de “cualquier lugar donde uno se sienta en casa”. Ahora, aparte, se mete en los “fregaos” más polémicos; en la tauromaquia, en la inmigración, en el maltrato etc. Y tiene una razón concreta: “Considero que la poesía tiene que servir como arma para denunciar aquello que no nos guste. La poesía y el arte, vamos. Y yo vengo de la cultura hip hop que ha sido así desde siempre: surgió como una cultura reivindicativa. Si puedo escribir sobre hechos denunciables y llegar a un público joven...”.

… Pero hagas lo que hagas sabes que va a haber muchos ojos pendientes, y no ya sólo en tu vida profesional, sino en la personal también. Al final es algo normal: tú pasas a ser un personaje público, alguien que es referente para muchas personas y tenemos esa responsabilidad. Tenemos que ser cautelosos, no educar pero dar un buen ejemplo. Está en nuestra mano, sobre todo, hacia los adolescentes. Por ejemplo Arkano, hace muchas campañas contra el bullying... Tenemos que concienciar, y si la gente ve que los son sus ídolos los que lo intentan, es más fácil que lo capten.

Del texto, aunque con escritos esperanzadores, se extrae una fuerte crítica a la sociedad actual y sus mecanismos. Porque se puede entender “arte” como eso: narrar a través de una corriente artística (teatro, música, danza...) determinados aspectos propios, ajenos, individuales, colectivos, hirientes, bonitos, lo que sea. ¿Están supeditadas la cultura y la sociedad de una manera u otra? ¿Puede una ser modificada a consecuencia de que la otra cambie? “La cultura ya cambia la sociedad: al final una mente nutrida y despierta tiene muchos puntos de vista distintos sobre un aspecto. Tanto la literatura como el arte, en cualquiera de sus formas, puede conseguir que abramos los ojos, despertemos y veamos más allá de lo que nos imponen, de un telón que esconde muchas cosas detrás pero que hasta que no lo corremos no sabemos lo que hay”.

De marcharse para siempre y tener que elegir entre participar en una batalla, redactar un poema o dejar una última canción escrita, se queda con lo último. Haría desaparecer “Mola Mazo”, de Camilo Sesto, y le hubiese gustado escribir “Y sin embargo”, de Joaquín Sabina. En materia poética, la misma pregunta: eliminaría de la faz de la Tierra “alguna poesía de Defreds” y quisiera haber firmado “Quiéreme”, de Daniel Orviz. Sobre la cultura más actual, Pablo (o Blon) tiene claro que la película del año es “Joker”. “Me encantó la actuación de Joaquin Phoenix”, explica. Quizá haya algo del antihéroe en Blon, no por lo que todos pueden pensar, sino por ese personaje que nace de una parte de la persona, ese concepto de dualidad que se puede extraer del filme de Todd Phillips y que se puede explorar también en “Hemisferios” de Pablo Pérez. O de Blon. No está del todo claro.

El lector
«Normalmente suelo informarme a través de medios digitales y, a modo principal, redes sociales (sobre todo, Twitter). No suelo adquirir periódicos físicos», comenta Pablo Pérez Rueda de la manera en que se informa de la actualidad.