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John Williams, un maestro clásico

Su nombre va unido al de Steven Spielberg, para quien ha compuesto gran cantidad de música, aunque posee una importante producción sinfónica
Imagen de archivo de John Williams
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Morricone y Williams tienen poco que ver, salvo que son dos instituciones, dos artistas enormes y dos compositores de una piezas. Si El italiano Morricone ha sido un maestro que se define por su timidez, el americano es todo lo contrario, además de ser el compositor más galardonado de la historia de Hollywood, con 5 Oscar y un total de 52 nominaciones. Su nombre va unido al de Steven Spileberg. A “La guerra de las galaxias”, a “E.T.”, música por la que siempre verdadera pasión el director del filme. Nació en Nueva York en 1932. En su infancia vivió la Segunda Guerra Mundial, la posguerra, un traslado en plena adolescencia a Los Ángeles, un amor inusitado por la música que le transmitió su padre.
Su pasión por la música se puede decir que nación en el ejército, donde se le asignó a dirección y el arreglo de bandas militares. Las Fuerzas Aéreas sacarían al genial compositor que llevaba dentro. Estudió en el templo de la Juilliard y entre Nueva York y Los Ángeles optó por establecerse en la segunda ciudad. No tuvo mal ojo. Arrancó escribiendo música para series de televisión en los 60 y enseguida, una década después, le llegaba su primer Oscar por “El violinista en el tejano”, en 1972. Y a partir de ahí, todos esos cientos de grandes bandas sonoras que permanecen en nuestra memoria.
Sin embargo no es la música para la gran pantalla la única que ha nutrido la carrera de Williams, con una formación clásica que le ha llevado a componer importantes piezas clásicas, como"Preludio y fuga", de 1965, “Concierto par aflauta y orquesta” (1969), “Jubilee 350 Fanfare” (1980), compuesta para celebrar el 350 aniversario de la ciudad de Boston, “Concierto para fagot y orquesta” (1993), y “Concierto para viola y orquesta” (2008), entre otras muchas. De hecho ha sido director invitado de formaciones como la Orquesta Sinfónica de Boston, la Filarmónica de Nueva York, La Sinfónica de Chicago y la Filarmónica de Los Ángeles, formación a la que dirige cada año para los conciertos de la Hollywood Bowl. Uno de sus más recientes trabajos lo grabó para el sello Deutsche Gramphon junto a la violinista Anne-Sophie Mutter, nada menos que en mitad de su trabajo para el Episodio XI de “Stra Wars”, una selección personal realizada por el maestro que ha compuesto a lo largo de su dilatada carrera y que Mutter reescribía para el instrumento de cuerda.