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Crítica de clásica

Un Bernstein menor excelentemente presentado

“Trouble in Tahiti” ofrece una crítica satírica del materialismo estadounidense de postguerra en su texto con aires populares en su música

Los protagonistas del montaje, proveniente de la Ópera Nacional de Holanda, son alumnos del Centro de Perfeccionamiento
Los protagonistas del montaje, proveniente de la Ópera Nacional de Holanda, son alumnos del Centro de PerfeccionamientoArchivoArchivo

Obra: “Trouble in Tahiti” de Bernstein. Intérpretes: Laura Orueta, Alejandro Sánchez, Mariana Sofía García, Xavier Hetherington, Carlos Fernando Reynoso. Orquesta de la Comunitat Valenciana. Dirección escénica: Ted Huffman. Escenografía: Elena Zamparutti. Dirección musical: Jordi Francés. Teatro Martín y Soler. Valencia, 3-III-2022.

«Trouble in Tahiti» es una obra menor de Bernstein que, aunque se reponga principalmente en EE.UU, hemos visto varias veces en España. Así en León en el año 2006 y más tarde en Madrid, Pamplona y Vigo. Bernstein la compuso entre sus mayores éxitos de Broadway: “On the Town” (1944) y “Candide” (1956) y “West Side Story” (1957). “Trouble in Tahiti” ofrece una crítica satírica del materialismo estadounidense de postguerra en su texto con aires populares en su música. Irónicamente, Bernstein comenzó a componer esta historia de un matrimonio que se desmorona durante su luna de miel en 1951, estrenándose en 1952 de forma bastante caótica, por lo que el compositor realizó algunas revisiones y la ópera se representó nuevamente con mayor éxito. Es la única obra para la que Bernstein escribió música y letra. Empleó un lenguaje muy directo y cotidiano para hacer que la ópera fuera lo más realista posible, recogiendo los estilos populares de la década de 1950, en particular el jazz, con armonías cercanas y ritmos típicos de los anuncios de radio de la época, pero también se llena de humor con citas a la música cinematográfica.

El argumento nos presenta la vida de un matrimonio estadounidense, en apariencia perfecto, que va dejando poco a poco al descubierto el mucho materialismo del sueño americano, llevando a los protagonistas a un vacío existencial, que no puede superarse con dinero. El marido se escapa al masculino mundo del trabajo y del gimnasio, mientras que la esposa se sumerge en el cine. Cuarenta y cinco minutos de duración en siete escenas breves enlazadas entre sí, sobre el sueño americano con un rayo de esperanza final. En el Teatro Martín y Soler se presenta en una versión reducida a cargo de Gart Sunderland y con el añadido del “Prólogo” y Postlude” del primer acto de “A quite place”, del propio Bernstein, hasta alcanzar la hora de duración. No en vano esta ópera viene a ser una continuación de “Trouble in Tahiti”.

Los protagonistas del montaje, proveniente de la Ópera Nacional de Holanda, son alumnos del Centro de Perfeccionamiento. Magníficos la soprano Laura Orueta y el barítono Alejandro Sánchez, el matrimonio, como también el trío formado por Mariana Sofía García, Xavier Hetherington y Carlos Fernando Reynoso. Jordi Francés imprime a la orquesta, formada principalmente por viento y percusión, el ritmo que requiere la partitura. Mención especial para el espléndido montaje de Ted Huffman, en el que abunda la sátira y el humor, tal y como sucedió también en su trabajo para “Les mamelles de Tirésias” de 2019 con el mismo Centro de Perfeccionamiento. Una obra menor de Bernstein -por cierto, no se pierdan el “West Side Story” de Spielberg- que cobra mayor categoría con la sobresaliente puesta en escena del Palau de les Arts. Espectáculos así sirven para atraer un público más joven, tal y como se pudo comprobar.