Sección patrocinada por sección patrocinada

Cine

¿Quién le ha robado la nuez a Scratch?: la rocambolesca polémica sobre la autoría de la ardilla de “Ice Age”

Scratch, la simpática y poco afortunada ardilla de la saga «Ice Age» se ha visto envuelta en una extraña polémica entre Disney y la diseñadora Ivy Silberstein sobre los derechos del personaje

Desde su aparición en la película "Ice Age", de 2002, el personaje de Scratch ha ido parejo a una batalla legal por su "custodia"
Desde su aparición en la película "Ice Age", de 2002, el personaje de Scratch ha ido parejo a una batalla legal por su "custodia"THE WALT DISNEY CO.

Felices se las prometía Disney cuando, en diciembre de 2017 y por más de 70.000 millones de dólares, se hacía con 21st Century Fox y todas sus filiales. Dicho núcleo empresarial comprendía también a Blue Sky Studios, marca de animación de corte infantil de la compañía y origen de sagas tan exitosas a nivel de crítica y taquilla como «Ice Age», «Robots» o «Río». Hecha la compra, y cerrado el estudio como parte del plan de contención de gastos de la Casa del Ratón, que a partir de ahora explotaría las historias de la glaciación bajo su propio sello, muchos aficionados temieron por la continuidad de «Ice Age», todavía sólida en recaudación y, sobre todo, en sus números de mercadotecnia y productos licenciados.

La respuesta de Disney fue volver a contratar a John C. Donkin, director, y Lori Forte, productora original de la saga, para estrenar «Ice Age: las aventuras de Buck» hace unas semanas. La película, claramente falta de presupuesto para competir en la élite de la animación, o siquiera con sus predecesoras, y mal recibida por la crítica tras su puesta a disposición en la plataforma Disney+, no solo ha sido un quebradero de cabeza de la subjetividad, si no que también puede convertirse en uno legal. Sean o no conocedores de este particular mundo prehistórico, sabrán que Scratch, la simpática ardilla co-protagonista de todas las películas de la saga «Ice Age», siempre anda tras una nuez inalcanzable a la que nunca ha podido hincar el diente. Bien, pues en «Ice Age: las aventuras de Buck», Scratch no está por ningún sitio.

Buck Wild es de nuevo protagonista en la vuelta de "Ice Age" © 2022 Disney Enterprises, Inc. All Rights Reserved.
Buck Wild es de nuevo protagonista en la vuelta de "Ice Age" © 2022 Disney Enterprises, Inc. All Rights Reserved.La RazónCourtey of Disney Enterprises, I

La respuesta al interrogante, un casi cómico «¿Quién le ha robado la nuez a Scratch?» esconde, en realidad, una pelea paradigmática por los derechos de la propiedad intelectual del personaje. Aunque nuestra ardilla protagonista apareciera por primera vez en el filme original de 2002, lo cierto es que es Ivy Silberstein, según la justica, quien creó el personaje allá por el año 1999. ¿Y quién es Ivy «Supersónica» Silberstein? Además de todo un personaje mediático y la diseñadora, por ejemplo, de los míticos y dantescos sombreros de pelo que vistió Pamela Anderson en la cúspide de su éxito o que ahora luce el rapero Snoop Dogg, es hija de Jerome Silberstein, uno de los médicos más infames de la historia de Estados Unidos, condenado a pagar más de 35 millones de dólares en indemnizaciones por malas prácticas.

Pese a todo, Silberstein es la dueña legítima de Scratch y todas sus reproducciones, por lo que Disney ha tenido que renunciar al carismático y peludo ser. ¿O no? Esta misma semana, a modo de despedida nostálgica, la cuenta oficial de Twitter de los ya extintos estudios Blue Sky subía una serie de cortometrajes con la ardilla prehistórica como protagonista, llegando por fin a comerse la nuez que no había podido saborear en ninguno de los cinco largometrajes. El histórico encuentro entre roedor y fruto seco, más allá de lo legal, es parte de una serie de seis episodios, a razón de tres minutos cada cortometraje. Y, ante el anuncio de Disney de la disponibilidad de esos episodios en su plataforma de «streaming», Silberstein ha vuelto a salir a la palestra: «Es material robado», explicaba en una críptica imagen de su todavía más turbio Instagram. De saberlo, Scratch hubiera hibernado.

Un adiós amargo

Hace apenas unas semanas, LA RAZÓN tuvo la oportunidad de hablar con Donkin y Forte, sin que todavía la polémica alcanzara las cotas de incredulidad en las que está ahora: “Empezamos a trabajar hace muchísimo tiempo, antes de todo eso. Queríamos seguir expandiendo el universo de “Ice Age” haciendo algo original. Y ahí tuvimos que tomar la decisión de seguir con los mismos personajes o intentar que los, hasta ahora secundarios, pudieran tener hueco más allá de una quinta película. Y ya era hora. Tuvimos tiempo y, en ese desarrollo, seguíamos volviendo al Mundo Perdido de la tercera parte. Sentíamos que se quedó mucho sin contar de lo que allí podíamos indagar. Y era bonito, porque nos daba pie a hacer girar todo más hacia la aventura, hacia lo peligroso y lo vertiginoso. Por supuesto, los dinosaurios también inclinaron la balanza (ríe). A todo eso había que sumar la presencia de Buck, tan alocada, tan extraña, tan única como personaje de la franquicia. Queríamos pasar más tiempo con ellos y a la vez darles la oportunidad de crecer, de cambiar, quizá hasta de madurar en una nueva película. No podían ser los mismos que hace tres películas. Así surgió el argumento de la independencia, claro, algo que les unía a un Buck que, acostumbrado a vivir solo, habla con piedras y árboles. Se nos abría la posibilidad de formar una nueva especie de familia. Cuando se produjo la compra, el proyecto quedó parado, pero por suerte Disney se acercó de nuevo a nosotros y lo quiso seguir desarrollando con vistas a su plataforma”, explicaba sincera Forte.

¿Y de verdad ven futuro a la franquicia bajo el paraguas de Disney? Donkin responde sobre ello y sobre el nuevo paradigma de la animación en el “streaming”: “Si uno analiza la industria, más allá incluso del cine de animación, la pandemia ha asentado el concepto del cine en casa. Las dinámicas de mercado han cambiado para siempre, y los márgenes de beneficio van a cambiar. Todavía no sabemos si para bien o para mal de este lado de la industria. Creo que ha cambiado también la percepción, para bien o para mal, de lo rápido que debe darse la producción de una película y lo que debe o no costar. Pero siempre hemos tenido que lidiar con ello, cuando hacíamos películas de 2 millones y cuando hacíamos de 20. Como ha dicho Lori, esta película exigía velocidad y movimiento constante, y ha sido refrescante. Ha sido útil. Espero que hayan sido buenas decisiones, claro, pero fueron las iniciales y a ellas nos agarramos como equipo. Creo que es el nuevo estándar en la industria, pero con suerte el nicho de la animación cada vez atraerá presupuestos mayores y dejará de ser un nicho. Soy mucho mejor director que hace dos años”, se despidió. ¿Tal y como Scratch de Disney?