Cristina de Middel se convierte en la primera fotógrafa española en presidir la agencia Magnum

En la vida de esta fotógrafa todo ha ocurrido cuando tocaba. Incluso aquello que parecía inesperado. “Nunca he sido presidenta de nada con anterioridad, pero si el trabajo duro y el respeto por el papel y el legado de Magnum es lo que se necesita, entonces yo debería encajar. Espero poder continuar el gran trabajo que han hecho los anteriores presidentes, y conseguir aportar nuevas ideas y entusiasmo al grupo”, aseguraba Cristina de Middel minutos después de enterarse de la noticia. “Me siento, por supuesto, honrada y también consciente de la responsabilidad”, añadía. Esta alicantina apadrinada por alguien del talento de Martin Parr se unió a Magnum como nominada (es decir, ocupando el espacio previo dentro de la jerarquía organizativa de la agencia antes de convertirse en asociada y finalmente obtener la admisión al colectivo Magnum como miembro de pleno derecho) en 2017 y tan solo dos años más tarde se convirtió en asociada.

Atrajo la atención mundial en 2012 con el gran éxito de su segundo libro, “Afronautas”, después de haber trabajado durante una década como fotoperiodista. En esta valiente colección de instantáneas abordaba el vínculo existente entre la verdad, la realidad y la fotografía. El trabajo partía de un argumento particular: el intento por parte de Zambia de enviar a la luna a una serie de astronautas. El entorno real servía como pretexto orgánizo para incrustar elementos procedentes de su imaginación, para crear universos nuevos, realistas, pero con una fuerte impronta documental. Posteriormente, publicó nueve libros y mostró su trabajo en todo el mundo en lugares que incluyen Rencontres d’Arles, el Centro de Fotografía de Perth, el Festival Chobi Mela y el Museo del Prado.

Frontera difuminada

De Middel, que vive desde hace años a medio camino entre Salvador de Bahía y Ciudad de México, estudió vocacionalmente fotoperiodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona, cursó un Master en Fotografía en la Universidad de Oklahoma y también un Master en Bellas Artes en la Universidad Politécnica de Valencia. Alabada y reconocida por la crítica, suele combinar sus trabajos documentales con otros de índole mucho más personal donde cuestiona el lenguaje y la veracidad de la fotografía como documento y te atreve a jugar con reconstrucciones o arquetipos que difuminan la frontera entre la realidad y la ficción. En octubre de 2017 se le concedió el Premio Nacional de Fotografía, atendiendo a las valoraciones de un jurado que afirmó que los trabajos de la artista replanteaban “los límites de la realidad del lenguaje fotográfico”.

Así las cosas y coincidiendo con los fastos, los cursos, encuentros y celebraciones organizadas por el 75 aniversario de Magnum, la ciudad de Nueva York, sede principal de esta histórica institución exponente de los privilegios enfocados del ojo, culminó el fin de semana pasado, coincidiendo con la Asamblea General Anual, donde uno de los tres miembros recién elegidos, Cristina de Middel, se ha convertido en la nueva presidenta, reemplazando de esta forma a la británica Olivia Arthur. Arthur, quien ha visto a Magnum atravesar un período turbulento y se convirtió en presidenta justo en 2020, durante el tramo más incipiente de la pandemia, no quiso dejar pasar la oportunidad de ceder el testigo a De Middel apostillando que “ha sido un honor servir a la organización que amo como presidenta durante los últimos dos años y estar allí mientras celebramos nuestro 75 aniversario. También estoy encantada de entregar el relevo a alguien que sé que continuará con la misión de liderarnos con su energía y talento. Me emociona imaginar el desarrollo futuro de los próximos años de Magnum”.

Una de las realidades más desagradables que pone de manifiesto este extraordinario nombramiento es la diferencia galopante en términos porcentuales que sigue existiendo entre hombres y mujeres dentro de la estructura de una agencia como Magnum. La nómina de fotógrafos asciende a 91 nombres, de los cuales apenas 7 se corresponden con el de una mujer. Sin embargo, pese a todo, los tres únicos miembros con nacionalidad española que forman parte de la célebre cooperativa de reporteros gráficos, son mujeres; Cristina García Rodero se erigió como pionera al convertirse en 2005 en la primera y única persona de nacionalidad española en conseguirlo, más tarde, en 2017 llegó el turno de Cristina De Middel y tres años después fue la gallega Lúa Ribeira la que se hizo un hueco en la agencia a través del manejo virtuoso de un estilo alejado del fotoperiodismo clásico. Esperemos que la presidencia histórica de De Middel siga dando aliento a la apuesta decidida por talentos emergentes femeninos que aún demuestran nervio, vida y talento a través del objetivo.