Carranza se atreve con la vida de Verdaguer
La conversión en novela de la vida de Jacint Verdaguer ha permitido al escritor Andreu Carranza convertirse en el nuevo ganador del Premio Josep Pla, dotado con 6.000 euros
La conversión en novela de la vida de Jacint Verdaguer ha permitido al escritor Andreu Carranza convertirse en el nuevo ganador del Premio Josep Pla, dotado con 6.000 euros. El texto de Carranza se alzó entre los 22 originales presentados en la edición de este año y que tuvo como jurado a Sebastià Alzamora, Rosa Cabré, Antoni Pladevall, Àlex Susanna y Ester Pujol.
«El poeta del poble» propone al lector un recorrido por la controvertida vida de Verdaguer tomando como punto de partida el momento en el que pasa a ser consejero de quien fue su valedor, el marqués de Comillas, y es proclamado como Príncipe de los Poetas. Todo esto le sirve al autor para indagar en la trayectoria del personaje, en sus viajes, en las relaciones que tuvo –algunas controvertidas y convertidas en leyenda, como la que compartió con la esposa del marqués de Comillas–. Todo ello le permite dibujar un recorrido por el ascenso y la caída de Mosén Cinto Verdaguer, un personaje ya de por sí novelesco. Pese a que existen varias biografías sobre el religioso y literato, la ausencia de un estudio definitivo y el hecho de que algunos de sus textos más controvertidos permanezcan inéditas es un terreno fértil para construir un relato sobre Verdaguer. Las crisis espirituales y su viaje a Tierra Santa, hacia finales del siglo XIX, hicieron que el autor de «L’Atlàntida» y «Canigó» pasara a ser alguien incómodo para muchos. Carranza se ha preocupado de andar por un camino no exento de polémica.
No es la primera vez que Andreu Carranza se atreve con un personaje de estas características. Su mayor éxito literario –con numerosas traducciones en varios idiomas– le vino con «La clave Gaudí», escrita con Esteban Martín y que se convirtió en un fenómeno de ventas cuando apareció en 2007. El libro se servía de la mitología creada alrededor del arquitecto Antoni Gaudí para crear una trama que parecía beber de las fuentes de Dan Brown, es decir, de «El código da Vinci», para construir un relato que jugaba con la nueva lectura de elementos artísticos, así como con la fusión de realidad y ficción.
Es precisamente este juego, el del maridaje de lo real y lo imaginado, uno de los puentes fuertes en la narrativa de Carranza, como también plasmó en «L’hivern del tigre», la recreación novelada de la vida del líder carlista catalán, Ramon Cabrera, también conocido como el «Tigre del Maestrazgo». Un libro, por cierto, en el que Carranza cuidó especialmente el lenguaje empleado, la variedad tortosina del catalán y que él conoce bien al ser natural de la cercana población de Ascó, en Tarragona.
De corte distinto es «Anjub. Confessions d’un bandoler», aunque de nuevo toma como punto de partida su Ascó natal como escenario.
Su última novela fue «Imprenta Babel», donde quiso realizar un homenaje a la letra impresa, a la suerte de los libros en los malos y difíciles tiempos de la censura.
Con varios galardones a sus espaldas, como el Sant Jordi y el Sebastià Juan d’Arbó, la producción literaria del escritor resulta extensa, y no está solamente centrada en la narrativa, sino que incluso se dirige hacia la poesía, en los libros «Trilogia del deliri» y «A mumpare».
La historia catalana
En los últimos años se ha colado en el Josep Pla la historia de Cataluña como tema. El pasado año, con «Els ambaixadors», Albert Villaró proponía un juego a partir de los hechos del octubre que tan caro pagó Lluís Companys. En «El cau del conill», Cristian Segura revisaba la burguesía catalana.