Festival de Málaga

El cine, en caída libre

El descenso en las salas se agudiza un 16,7%; la crisis, la «piratería» y el IVA estrangulan al sector. Estrenos, producciones y rodajes descienden, mientras la recaudación de los filmes españoles crece

El equipo de «Hijos de Caín», con su director, Jesús Monllaó, (tercero por la izda.), y José Coronado en Málaga
El equipo de «Hijos de Caín», con su director, Jesús Monllaó, (tercero por la izda.), y José Coronado en Málagalarazon

Una catarata de datos negativos aguó ayer la fiesta del cine español que es por definición el Festival de Málaga. Comparecían el presidente de los productores (Fapae), Pedro Pérez, y el de las salas de cine (FECE), José Ramón Gómez Fabra, y ni uno ni otro pudieron aportar datos positivos sobre estos primeros cuatro meses del año. La asistencia a las salas viene siendo un continuo descenso en los últimos años que se ha agudizado en enero, febrero, marzo y lo que llevamos del mes de abril. En lo que va de año, los cines han perdido un 16,7 por ciento de espectadores. La crisis económica y la «piratería» («se han tomado un año para modificar la ley de propiedad intelectual y tardarán otro en aplicarla», se quejó Fabra) siguen haciendo mella en la industria del séptimo arte, aunque ambos comparecientes lo achacaron, fundamentalmente, a las «medidas letales», como así las denominaron, que ha tomado el Gobierno, especialmente la subida del IVA, también en las entradas de espectáculos, hasta el 21 por ciento. Aun así, aceptaron que «ya dijimos que el descenso en el cine no iba a notarse a corto plazo», pues en el último trimestre del año anterior se concentraron los estrenos de las grandes producciones tanto nacionales como extranjeras.

Europa sube

Las salas insisten en que en Canarias, donde el impuesto equivalente al IVA, el IGIC, es del 7 por ciento, el número de espectadores ha crecido este año el 10,3. También aportaron datos del resto de la taquilla europea, donde la curva es ascendente en la mayor parte de países (léase Alemania, donde crece un 4,2; Reino Unidos, un 0,5; Dinamarca, un 14,5; Finlandia, un 18,9; Noruega un 4; y Suecia, un 12,2, mientras Francia e Italia caen). En nuestro país, sin embargo, el descenso acumulado desde 2004 ronda el 40 por ciento y a la industria le preocupa especialmente el dato de abril, en el que la asistencia se desplomó un 35,5% si se compara con la del año anterior. «Haremos lo que nos pidan con tal de que rectifiquen», llegó a asegurar Pedro Pérez aludiendo al Ejecutivo. La producción nacional se ha ralentizado. Hasta el 15 de abril se produjeron 42 películas, es decir, un 6,7 por ciento menos que en 2012 y un 27,6 de descenso frente al año 2011. En concreto, 26 de ellas eran de ficción (lo que supone un 61,9 del total); 13, documentales (31 por ciento) y 3, de animación (7,1). Ha descendido también el número de rodajes, 28, frente a los 33 de 2012.

El IVA no es el único frente de batalla que plantean al Gobierno, pues el sector se encuentra ahora mismo en plena discusión del nuevo modelo de financiación. Según adelantó Pérez, la próxima reunión entre el mundo del cine y los distintos departamentos gubernamentales que se sientan en la mesa se producirá el 8 de mayo, pues el plazo que se habían fijado para tener unas conclusiones definitivas es el día 31 de ese mes, con la intención de que se pueda legislar en los meses restantes para que el nuevo marco entre en vigor el 1 de enero de 2014. Los productores aseguran que el Ejecutivo ya tiene una propuesta «novedosa, pragmática y sostenible» que busca, como ya ha dicho en alguna otra ocasión, «que el cine financie al cine», es decir, desgravaciones fiscales para estimular la producción y no tener que seguir dependiendo de ayudas públicas. Pedro Pérez dejó claro que cuentan con el aval del departamento de Cultura, pero «los que toman decisiones económicas en el Gobierno» aún no se han pronunciado. Insiste en que «aún estamos a tiempo», pero «necesitamos respuestas urgentes». Fabra, por su parte, quiso dejar claro que el cine se trata de «la opción de ocio más barata» y ejemplificó que la entrada media en 2012 subió apenas de 6,65 a 6,93 euros, lo que, descontando el 21 por ciento de IVA, supone un descenso del precio del 7 por ciento, porque, según recordó, «se están haciendo más promociones que nunca».

Ambos se quejaron del cierre de Alta Films, que se anunció la semana pasada, y además de reconocer la labor de su propietario, Enrique González Macho, lamentaron el perjuicio que esto puede causar al cine nacional: «En España las "majors"distribuyen un 82 por ciento de películas, lo que no ocurre en ningún lugar de Europa», afirmó Pérez, que fue aún más allá al asegurar que si las cintas españolas sólo se distribuyen a través de las divisiones españolas de las grandes de Hollywood «nos estaremos poniendo en las manos del enemigo». Respecto al otro gran proyecto del Ejecutivo en material cultural se mostró tajante: «No habrá Ley de Mecenazgo en esta legislatura y si el Gobierno quiere desmentirme no tienen más que mandarla al Parlamento".

Fin de semana catastrófico

El «fin de semana negro» del cine en España, el del pasado viernes 19 al domingo 21 de abril, se entiende mejor si lo comparamos con su equivalente de hace un año. Del 20 al 22 de abril de 2012 se estrenaron títulos como «Los juegos del hambre» (fue número 1 del Top 20 esa misma semana), «La pesca del salmón en Yemen» y «Soul Surfer». Con menor recaudación, también llegaron a los cines «Kiseki», «Si quiero silbar, silbo» y «Esto no es una película». En total, los cines registraron 1,1 millones de espectadores, con una recaudación de 7,4 millones de euros. La cifra, en 2013, no llegó a la mitad: 520.000 entradas vendidas, con 3,7 millones de euros recaudados, cifras sobre las que el presidente de la Federación de Productores daba ayer la voz de alarma, pues en los últimos seis años no se han visto otras iguales. Además, el buen tiempo del pasado fin de semana, según los exhibidores, ha contribuido a que «el mercado se haya derrumbado».

Optimismo con la cuota de mercado nacional

Teniendo en cuenta el desastre, las cifras del cine español podrían parecer positivas: la cuota de mercado por recaudación a 21 de abril asciende al 15,2 por ciento, lo que supone 5,4 puntos por encima de la del año pasado por estas mismas fechas. Los largometrajes españoles han recaudado en lo que llevamos de año un 35,6 más que en 2012, con un 26% más de espectadores, mientras que la taquilla global ha caído un 13,12 con respecto al año anterior, con 158 millones de euros recaudados. Pero Pedro Pérez no se quiso engañar y achacó este buen registro a que «se han espaciado» los estrenos nacionales, que, tradicionalmente, se concentraban en el último trimestre, «cuando también llegan las grandes apuestas de Hollywood». En esta ocasión, tanto «Mamá», apadrinada por Guillermo del Toro, como «Los amantes pasajeros», de Almodóvar, o «Los últimos días» han preferido el primer trimestre, con lo que el presidente de los productores ni siquiera se atreve a aventurar que «se iguale el registro del año pasado», en el que gracias en buena parte a «Lo imposible» se pulverizaron los récords de las últimas décadas con 106 millones de recaudación y un 17,9% de cuota de mercado. Este año aún nos esperan algunas grandes apuestas como la adaptación cinematográfica de «Zipi y Zape», «La gran familia española», de Sánchez Arévalo, y «Las brujas de Zugarramurdi», el nuevo trabajo de Álex de la Iglesia.