Sección patrocinada por sección patrocinada

Polémica

James Bond: sin licencia para cambiar de sexo

A la actriz Hellen Mirren no le gusta el personaje creado por Ian Fleming porque dice que es profundamente sexista

El actor Daniel Craig ha sido el último hasta la fecha en ponerse en la piel de James Bond
El actor Daniel Craig ha sido el último hasta la fecha en ponerse en la piel de James BondX

Yo no quiero un James Bond con ínfulas feministas. Y seguro que la mayoría de los seguidores de esta saga de espías tampoco. ¿Qué sería lo siguiente?, ¿que bebiese té matcha en vez de Martini? ¿O acaso que no poseyese permiso de armas y tuviese que tirar de retórica para persuadir al enemigo? Parece que la gente sigue sin entender la diferencia entre la vida real y la ficción. Cabe repetir una vez más que los personajes de una novela, de una película o de una serie no tienen por qué ser ejemplares: hay –y debe seguir habiéndolos– asesinos, violadores, manipuladoras y pederastas. Y no pasa absolutamente nada. Pero, en fin, que esto haya que recordárselo a una actriz tan baqueteada como Hellen Mirren me parece lamentable.

Viene este comentario a colación de unas declaraciones que ha hecho la intérprete británica acerca del agente 007 –y que ha suscrito su compañero de rodaje en la serie «MobLand» Pierce Brosnan–, donde viene a decir que admira a Brosnan y su trabajo, pero que nunca le ha gustado el personaje creado por Ian Fleming –que el actor irlandés encarnó entre 1995 y 2002– porque es «profundamente sexista». ¡Pues claro que Bond es machista, señora! De hecho, ahí reside buena parte de la ideosincracia del personaje: es un golfo, un mujeriego y un canalla.

E igual que hay cine de zombis, reclamamos nuestro derecho a seguir viendo en la pantalla atractivas chicas Bond, que da gloria verlas, saliendo del mar, mientras el agente del MI6 agita su Martini con el palillito y la aceituna girando como un derviche.

Precisamente, por este motivo, Mirren –con la connivencia de Brosnan– se opone a que el personaje del agente 007 pueda ser encarnado por una mujer, ahora que está en el aire hasta la nacionalidad de James Bond –todavía nos cuelan una 007 transexual de Sudán del Sur– al haber adquirido sus derechos Amazon MGM Estudios. Compartimos la finalidad –no tiene sentido cambiarle el sexo a un personaje tan masculino como Bond, como tampoco sería coherente cambiarle un cromosoma a Pipi Calzaslargas– y la propuesta de la actriz de que en vez de hacer una «Jane» Bond, hagan un serial ad hoc con una espía mujer. No así el rechazo a un personaje por ser «machista».