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Estreno

Crítica de "Leer ''Lolita'' en Teherán": la literatura nos hará libres ★★ 1/2

Directora: Eran Riklis. Guion: Marjorie David, según el libro de Azar Nafisi. Intérpretes: Golshifteh Farahani, Zar Amir Ebrahimi, Mina Kavani, Reza Diako. Italia, 2024. Duración: 108 minutos. Drama.

Un fotograma de "Leer ''Lolita'' en Teherán"
Un fotograma de "Leer ''Lolita'' en Teherán"Imdb

Cada uno de los cuatro capítulos de “Leer Lolita en Teherán” lleva el título de un clásico de la literatura anglosajona, prohibido por el régimen de la Revolución Islámica. “El gran Gatsby”, “Lolita”, “Daisy Miller” y “Orgullo y prejuicio” marcan una etapa distinta en la vida de la profesora Azar Nafisi, y también son los libros que, primero en su clase y luego en el club de lectura clandestino que organiza en su casa con sus amigas y exlumnas, impregnan, directa o indirectamente, su experiencia como mujeres reprimidas por el integrismo iraní.

Basado en hechos reales, la intención del filme es buena, aunque da la impresión de que a veces Eran Riklis no exprime los vínculos entre vida y literatura hasta el fondo, de modo que la elección de esos títulos tiene una función meramente estructural. Algo parecido ocurre con el papel de las integrantes de este improvisado grupo de terapia, algunas de ellas en exceso desdibujadas, y con la misma protagonista, que, al cabo de la calle, está encerrada en su propia revolución interior sin que sus angustias evolucionen en exceso durante el metraje.

Golshifteh Faharani encarna a una Nafisi un tanto monocroma. Riklis, que hizo un apreciable retrato femenino en “Los limoneros” abordando con empatía la causa palestina a pesar de ser israelí, nos enseña la importancia de la cultura para sobrevivir en tiempos oscuros, y nunca cae en el maniqueísmo de caracterizar a todos los personajes masculinos como opresores -ver el marido de nuestra heroína, o su sabio consejero literario-, pero el relato de sororidad y empoderamiento en secreto nos sabe a poco, le falta la tensión dramática de esa situación desesperada que Nafisi vive como una lápida sobre su futuro.

Lo mejor:

Que transmite la idea de que sin cultura no hay pueblo libre que valga, y menos cuando hablamos de la opresión de la mujer iraní.

Lo peor:

Es un tanto superficial en los retratos individuales de las integrantes del club de lectura.