«Patria y vida», himno cubano
«Hemos vivido un sueño envuelto en una pesadilla» confiesa la directora del documental, Beatriz Luengo
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Tanto Beatriz Luengo como Yotuel Romero se dieron a conocer para el gran público a comienzos del siglo XXI a través de la serie de Antena 3 «Un paso adelante»; si bien es cierto que a el artista habanero ya lo escuchamos con el talentoso grupo de rap Orishas y que ella había comenzado su carrera artística tiempo atrás, a los 15 años.
Pero, sin duda, el gran paso adelante de esta pareja –sentimental y artística– vino casi dos décadas después, con la composición y lanzamiento en 2021 de la canción-himno «Patria y vida», que, dándole la vuelta, con una copulativa vital, al disyuntivo y siniestro eslogan del régimen cubano –«Patria o muerte», con resonancias de aquel «plata o plomo» de Pablo Escobar– consiguieron levantar al pueblo de Cuba en pos de la Libertad.
Este himno, al que se agregaron las voces de varios artistas cubanos como Gente de Zona o Descemer Bueno, fue, como se dice ahora, un fenómeno viral que acabó siendo premiado doblemente en los Grammy Latinos y hasta reconocido en y por La Casa Blanca. Aunque, sin duda, lo que más enorgullece a sus autores es el hecho de que el pueblo lo hiciera suyo y se echara a la calle a cantarlo como aquel «Grândola, Vila Morena» portugués que detonó la Revolución de los Claveles.
Pero todo trino de libertad acarrea una contrapartida, un eco de represión. Dos de los artistas implicados en «Patria y vida», Maikel Osorbo y El Funki, acabaron presos, amén de un buen número de los cubanos que se echaron espontáneamente a la calle el 11 de julio de 2021; y Yotuel voló definitivamente los puentes que le quedaban para regresar algún día a su casa: «Ese ha sido mi mayor miedo: saber que con esta canción no iba a poder regresar a Cuba», confiesa el ex de Orishas, pese a ser de natural optimista.
Por su parte, Beatriz Luengo, quien ahora dirige el documental homónimo que cuenta todo este proceso –desde que la pareja charlando en la cocina decide poner en pie «Patria o Vida», hasta las consecuencias de la insurrección, pasando por la fe con que el pueblo acogió el himno»–, dice que este «por momentos es un sueño envuelto en una pesadilla», en relación a si ha pesado más el miedo o la gratificación durante toda esta vivencia.
«Decidí grabar todo lo que vivíamos, entre otras cosas para protegernos. Es muy duro entender que un día estés componiendo una canción desde el amor y la justicia social, y de repente estar amenazado por el Gobierno de un país que decide que eres su enemigo número uno ¡por una canción! Es surrealista. ‘Patria y Vida’ nos cambió la vida, llevándonos a los sitios más impresionantes que jamás imaginamos que la música podría llevarnos», explica la cantante, actriz, bailarina y ahora también directora. Una nueva faceta que cuenta que viene «de muy atrás, de una inquietud que tenía por ponerme tras la cámara».
Un documental que llega hoy a los cines de España y del que Beatriz Luengo está segura que, «aunque el régimen cubano ya está pendiente de censurarlo», de una manera u otra, se verá en la isla de Cuba, donde no llegó internet hasta 2018..., pero ya saben que una vez que se saca la pasta de dientes del dentífrico es imposible volver a meterla en el tubo.
En definitiva, los espectadores que se animen a ir a ver el documental se encontrarán con una historia de seis valientes músicos que logran una revolución en las redes sociales con una discográfica independiente, sin ayuda de playlist, ni apoyo de radios y sin estrategias de marketing, en un momento muy difícil para la música urbana en español colapsada por un algoritmo que favorece temáticas sexuales o bailables, una canción denuncia de melodía triste que logra superar los 450 millones de visitas en el hashtag de la plataforma Tik-tok y más de 110 millones de interacciones bajo #Patriayvida en Facebook, Twitter e Instagram.
«Patria y Vida» es un llamado a la libertad en las calles de Cuba y en el mundo. Un documental inspirador sobre el valor de la música como un transformador social.