Rachel Weisz: "Lanthimos te lleva a lugares inconscientes"
Interpreta a una noble cortesana en la comedia dramática de época «La favorita», una de las más serias aspirantes a los Oscar, y repite bajo la dirección del realizador griego de «Langosta» y «El sacrificio de un ciervo sagrado».
Interpreta a una noble cortesana en la comedia dramática de época «La favorita», una de las más serias aspirantes a los Oscar, y repite bajo la dirección del realizador griego de «Langosta» y «El sacrificio de un ciervo sagrado».
Rachel Weisz se ha labrado una carrera interpretando en su mayor parte papeles que dan vida a mujeres inteligentes y en esta ocasión, una vez más, repite bajo la piel de lady Sarah Churchill en «La favorita», añadiendo así otro título impecable a su carrera. La cinta está dirigida por Yorgos Lanthimos, uno de los cineastas más peculiares de su generación, con éxitos de crítica como «Canino» y «Langosta». Emma Stone que interpreta a Abigail, y Olivia Coleman, que da vida a la reina Anne, protagonizan junto a Weisz esta comedia dramática ambientada en la Inglaterra del siglo XVIII.
–No es tan común que en una película los tres personajes principales sean mujeres.
–Cierto, no es nada común, especialmente en un filme de estas características. Son tres personajes que están compitiendo entre ellas pero al mismo tiempo existe amor, envidia, rivalidad... Existe este estereotipo en el cine de que entre mujeres siempre cabe una mala relación y en este filme se juega con ese concepto, pero va más allá porque te das cuenta de que al final hay una verdadera historia de amor entre la reina y lady Sarah. No es exactamente «Casablanca» aunque tenemos una historia de amor real y verdadero. Pienso que la película es muy interesante desde perspectivas muy diferentes.
–¿Cree que lady Sarah subestima a Abigail cuando la presenta en la corte real?
–Por completo. Uno de sus grandes fallos es lo vanidosa que es y Abigail sabe cómo adularla. Por eso se convierte en su protegida e intenta hacerla un poco a su imagen y semejanza. Se da un componente narcisista importante en eso. La subestima porque no se da cuenta de que Abigail es tan inteligente como ella, sin embargo la trata como si fuera muy inocente, y nada más lejos de la realidad.
–¿Qué opina de la relación entre Sarah y la reina?
–La reina es un personaje frágil y vulnerable y desde mi punto de vista, del de mi personaje, necesita que la protejan. Sarah, por otro, lado es un cuervo, considera que a través de la fuerza militar es como se demuestra el poder a la gente. La reina, en cambio, no está segura de si Sarah es un cuervo o una palomita inofensiva. No está dotada con el arrojo suficiente para gobernar un país. Aunque tiene buen instinto el problema es que Sarah la puede convencer de cualquier cosa. Sarah le lleva las cosas importantes y así ella puede disfrutar de los pequeños placeres de la vida.
–¿Sabía algo de la historia y el contexto en la que está basada la película?
–Había oído hablar de la reina Anne, pero no conocía en profundidad la historia si te soy sincera. Pienso que, en general, la gente siempre ha pensado que su historia ha sido malinterpretada por los historiadores. Era una reina que sabía más y era más espabilada de lo que los historiadores pensaban, no le dieron demasiado crédito.
–¿Cómo ha sido trabajar bajo la batuta de Yorgos Lanthimos?
–Es una fuerza muy poderosa como director y muy poco habitual. Posee una imaginación bastante elaborada y activa. Sus películas «Langosta» y «Canino» son dos filmes donde la imaginación corre a raudales, en universos con reglas totalmente diferentes a lo esperado. Cuando ruedas con Yorgos te sientes como si hubieras entrado en su imaginación y él se transforma en el guía que te va llevando, sin que te diga exactamente por dónde vas. Cuando haces una película tienes un guión que te sirve de guía y en el que se explica todo. Con él se produce una reacción química en la que dirige pero sin ningún tipo de discusión o análisis al respecto. En ocasiones te sientes como la aguja de un tocadiscos que no acaba de pinchar el vinilo correctamente, sin embargo para él lo has hecho clavado. Con él todo se basa en el instinto. Te lleva a lugares totalmente inconscientes, para un actor eso es una maravilla. Es importante cómo interprete, no controlar todo lo que haces. Resulta liberador. Es un director muy sensible que sabe leerte y sentirte.
–Ya había coincidido con Olivia Coleman en «Langosta». ¿Qué opina del trabajo que ha hecho interpretando a la reina Anne por el que acaba de ganar un Globo de Oro?
–Es absolutamente increíble. Posee un talento fuera de lo normal. Puede pasar de la tragedia al humor en un momento. Creo que tiene una capacidad extraordinaria para actuar. Es única.