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El coraje que alzó la voz de las mujeres

Hoy se estrena en el Teatro Marquina de Madrid "La voz dormida", una adaptación de la novela de Dulce Chacón que se atrevió a despertar las historias olvidadas tras la Guerra Civil

Laura Toledo interpreta a Pepita Patiño en "La voz dormida"
Laura Toledo interpreta a Pepita Patiño en "La voz dormida"larazon

Hoy se estrena en el Teatro Marquina de Madrid "La voz dormida", una adaptación de la novela de Dulce Chacón que se atrevió a despertar las historias olvidadas tras la Guerra Civil

En las guerras hay vencedores y vencidos. Hay tratados, fechas, invasiones y bandos. Existe un antes y un después. Causas y consecuencias. Y también nombres. De personas que lucharon en los campos de batalla o que simplemente se vieron salpicadas por las mismas. De gente con historia, opiniones y sentimientos. En las guerras hay voces. Gritos y susurros que fueron escuchados. Aunque no todos. Son esas voces escondidas, tapadas o dormidas las que Dulce Chacón despertó en 2002 con la publicación de “La voz dormida”, una novela que se desarrolla en la postguerra civil española partiendo de los ojos y vivencias de la cordobesa Pepita Patiño. Desde su publicación, esta obra ha despertado, además de múltiples voces que antes no se atrevían o no se conocían, interés y proyectos en varias disciplinas del arte. Ya vimos su adaptación en el cine bajo la dirección de Benito Zambrano y, ahora, en el teatro. Hace dos años se estrenó en Zaragoza la adaptación de esta novela que vuelve a las tablas madrileñas: “La voz dormida” se estrena hoy en el Teatro Marquina de Madrid.

En la guerra todos perdemos. Incluso en el bando ganador. En esta idea coinciden Julián Fuentes, director de la obra, Laura Toledo, quien interpreta a Pepita Patiño, así como Cayetana Cabezas, que ha hecho la adaptación de la novela, e Inma Chacón, hermana de la escritora que falleció poco después de publicar este libro. Para ellos no hay ganadores, sino que todos los que vivieron la Guerra Civil perdieron algo valioso, ya sea a seres queridos o la propia capacidad de empatía, como apunta Cabezas: “La gente debe escuchar las palabras de Patiño”, continúa y asegura que “hay heridas que están abiertas y que hay que limpiar”. Todo ello a partir de la voz de un pueblo que no fue escuchado y que Chacón despertó a través de su escritura.

La obra se representa a través de una sola voz: la de Toledo. En un escenario donde la decoración, la iluminación y la música son claves, sus palabras resuenan a modo de monólogo. Y es que esta adaptación no cuenta con los variados personajes que Chacón plasmó en sus páginas, sino que se centra en las palabras de Patiño, una mujer que fue a visitar a su hermana a la cárcel de Ventas y que vivió una batalla no solo a base de armas, sino también entre su coraje y sufrimiento propios. Cabezas, a la hora de afrontar la adaptación, confiesa que “tuve un flechazo, sabía que iba a funcionar”. Tal fue su decisión que en 48 horas ya tuvo 48 páginas de esbozo para el guión. Y este fue atrevido pues, en su momento, Inma Chacón se preguntó: “¿Este libro en un monólogo?”. Pero, según apuntan, no es solo un monólogo: en este discurso, la protagonista aúna tanto las vivencias de Patiño como el resto de voces y mensajes que acoge el original.

Moneda de cambio

Recuerda Chacón cómo su hermana se atrevió a profundizar en la historia de estas mujeres que estuvieron mudas durante tanto tiempo, que fueron olvidadas y humilladas tras la guerra. Explica que ellas perdieron doblemente la guerra: tanto por ser republicanas como por ser mujeres. Y a esto se unen Cabezas y Toledo: todos los derechos que consiguieron, se esfumaron con el fin de la guerra. Pero, ¿por qué es necesaria esta obra ahora? “Las mujeres siguen siendo moneda de cambio”, explica Cabezas, “hay núcleos de conflictos a nivel mundial donde siguen sufriendo como ocurrió en España”. Además, Chacón afirma que este tipo de obras son necesarias hoy porque “en general, la sociedad tiene que conservar los derechos que ha conseguido a lo largo de los años y, en particular, las mujeres”.

Por su parte, Toledo apunta que esta obra es conveniente recuperarla actualmente para llamar la atención de los jóvenes. Recuerda a un grupo de estudiantes que, cuando vieron la obra, “estaban sorprendidos porque no conocían la historia, ¿qué han estudiado?”, comenta. “No nos inventamos nada, lo que ocurrió a Patiño fue real y me preocupa porque los jóvenes de hoy día no conocen la historia tan a fondo”, afirma la actriz.

"La voz dormida"estará en el Teatro Marquina de Madrid hasta el 30 de mayo y trasladará al público la historia, lucha y sufrimiento de Pepita Patiño a través de unas palabras que representan a esas mujeres que, tras el conflicto de la Guerra Civil, vieron sus voces apagadas hasta que Dulce Chacón se atrevió a encenderlas.