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Expresiones
Esta es el origen de la expresión: "Tengo cuatro perras"
Una frase que suena entrañable, humilde y muy nuestra, pero que esconde una interesante historia económica y lingüística de España

¿Qué tiene que ver el dinero con las perras? ¿Por qué hablamos así de nuestras finanzas?
Para entender el origen de esta expresión, hay que viajar en el tiempo, concretamente a la época de la peseta.
Las 'perras': monedas pequeñas con nombre de animal
A finales del siglo XIX, durante el reinado de Alfonso XII, España comenzó a acuñar monedas de cobre y bronce de 5 y 10 céntimos de peseta. Eran monedas de uso común, de poco valor, que la gente utilizaba para las compras más básicas del día a día.
Estas monedas se conocieron popularmente como:
- La “perra chica”: 5 céntimos
- La “perra gorda”: 10 céntimos
Pero, ¿por qué se llamaban perras?
La explicación más extendida apunta al diseño del reverso de estas monedas: en ellas aparecía el león rampante del escudo de España. Pero para muchos ciudadanos, poco familiarizados con la heráldica, aquella figura no parecía un león… sino un perro. Así que la imaginación popular hizo lo suyo y comenzó a llamarlas cariñosamente perras.
Con el tiempo, el apodo caló en toda España. Y como eran monedas de muy bajo valor, tener "unas pocas perras" significaba, sencillamente, no tener casi nada.
“Tener cuatro perras”: el dinero justo para llegar a fin de mes
Así nació la expresión “tener cuatro perras”, que ha llegado hasta nuestros días como una forma coloquial de decir que uno tiene poco dinero, que apenas puede permitirse ciertos gastos o que está pasando por un apuro económico.
Se trata de una frase que todavía utilizan muchas personas mayores, aunque también sobrevive en el lenguaje coloquial más joven como una forma simpática de restarle gravedad a una situación económica precaria.
Más que una frase: una cápsula de memoria popular
Aunque las pesetas desaparecieron en 2002 con la llegada del euro, la huella cultural que dejaron permanece. Y no solo en nuestras huchas y cajones polvorientos, sino en el lenguaje.
Frases como “tener cuatro perras” nos recuerdan una época en la que el dinero tenía nombres con personalidad. Nos conectan con la historia de nuestros abuelos, con mercados de barrio, monederos de cuero y cuentas que se hacían de cabeza.
¿Y hoy? ¿Se sigue usando la expresión?
Sí, aunque cada vez menos. Con el paso del tiempo y el cambio de moneda, muchas expresiones populares han ido perdiendo peso. Sin embargo, “tener cuatro perras” resiste, especialmente en zonas rurales, entre personas mayores y en contextos informales donde se habla del dinero sin dramatismo.
Además, su uso ha adquirido un cierto aire nostálgico, casi cómico, que la hace entrañable para quienes la conocen.
¿Cuánto valían realmente “cuatro perras”?
Si hablamos de las antiguas monedas de 5 céntimos, tener cuatro perras equivalía a 20 céntimos de peseta, algo así como 0,0012 euros actuales. Es decir, nada.
Pero como expresión figurada, lo que comunica no es la cifra exacta, sino la sensación: “voy justo”, “ando corto”, “estoy tieso”.
“Tener cuatro perras” no es solo una frase hecha. Es una expresión con historia, con sabor popular, con raíces en la economía y la imaginación de un país. Una de esas joyas del lenguaje que nos recuerda que las palabras, como las monedas, también llevan impresa su época.
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