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Esto no es una calle

Con Magritte, como con las encuestas, siempre hay un doble sentido más profundo que no se aprecia a simple vista
Con Magritte, como con las encuestas, siempre hay un doble sentido más profundo que no se aprecia a simple vistalarazon

Las ciudades suelen ser un imperio de monumentos y plazas que van llevando y trayendo en peregrinación a todo el mogollón del turistaje. Pero junto a esa urbe fosilizada existe una metrópolis de barrios que están vivos y que es donde el habitante corriente, vamos, el currito, va sacando el día a día. Es común afirmar que para que algo exista antes hay que nombrarlo, y en Bélgica se han tomado esto a conciencia.

Para recuperar del olvido un distrito muerto, que hacinaba el «industriaje» perecedero que nos legaron las centurias anteriores, se ha convocado un concurso público, que es algo que ahora se lleva bastante, para que la ciudadanía aporte ideas y renombrar las nuevas travesías, paseos, parques y variadas «peatonalidades» que van a trazarse en la zona. Y como es Bélgica, el país de Tintín y el surrealismo, se ha tenido la originalidad de evocar a René Magritte y bautizar una de las rúas como «Esto no es una calle», en referencia a un célebre lienzo que el maestro remató en 1929: «Esto no es una pipa». Lo que ha nacido como una iniciativa de tintes populares, aunque en el fondo tiene una intención mercantil –que la multitud vaya familiarizándose con un área donde van a construirse casas y centro comerciales–, va indirectamente a regalarnos una radiografía gratuita de la mentalidad moderna.

Y lo primero que resaltan los resultados es que al personajón famoso, a los notables, ilustres y reyes de épocas pasadas se les ha descabalgado del podio de la fama y se ha entregado su pedestal a artistas, científicos y curiosidades excéntricas, que son los preferidos de los participantes. Así, una de las arterias se la denominará «El mejor sendero del mundo» o «Camino de la felicidad», que, la verdad, dicen poco o nada y es una de las pruebas más sólidas del actual adanismo que tutela tantas cabezas hoy en día. En medio de esa galerna reivindicativa que es el #MeToo no podían faltar voces que han lanzado ya campañas para reclamar más presencia de mujeres en el callejero, que en multitud de ocasiones es una nómina extensa de masculinidades políticas o aventureras, con alguna excepción de paso, por el que dirán, más que nada.

Así, este área de Tour & Taxis, que es como parece conocerse popularmente, contará con un homenaje a Chantal Akerman, una pionera del cine en Bélgica, y Isala Van Diest, la primera doctora belga, que también bregó por los derechos de la mujer. La zona quedará así timbrada para la posteridad como un acertado mapamundi de nuestras preocupaciones y vigencias actuales, que no es poco.