El Festival de Sevilla finalmente sí se celebrará en 2023

En una decisión inaudita, tras reunirse con varios representantes y agentes del mundo de la Cultura andaluza, el Ayuntamiento de Sevilla ha dado marcha atrás en su decisión inicial de cancelar el Festival de Cine Europeo de la ciudad, que debía celebrarse ya con una nueva dirección en noviembre de este año. Tras la cancelación y propuesta de aplazamiento a la primavera de 2024, fueron varios los estamentos públicos y privados que vieron la decisión como un atentado a la cultura en la capital hispalense, sobre todo porque la razón aludida por el Gobierno sevillano tenía relación con la celebración de los premios Grammy Latino y el desempeño logístico que suponen.

Según informa la Agencia EFE, el alcalde José Luis Sanz (Partido Popular) ha escuchado las demandas de la cultura de la ciudad, llegando a la conclusión de que el festival no podía dejar de celebrarse en sus fechas habituales. Así, el prestigioso certamen tendrá lugar en la semana prevista, dejando de coincidir, por ejemplo, con el Festival de Málaga. Eso sí, se tratará de una "edición especial", como ha aclarado a la prensa. ""El festival sigue, pero una edición normal es imposible", ha explicado el político, aludiendo a "cierta falta de planificación y de previsión" en la preparación de este año. Posiblemente, Sanz haga referencia al cambio de mandos en la organización, desde el anterior director José Luis Cienfuegos (responsable ahora de la Seminci de Valladolid) y el nuevo, Ildefonso Rodríguez.

¿Qué supone, pues, esa "edición especial"? Según ha trascendido en la conversación con la prensa, habrá menos películas y, posiblemente, un calendario más ajustado, frente a los diez días que suelen acotarse en este tipo de certámenes. Desde la Academia del Cine Europeo a la Andaluza, son varios los estamentos que han mostrado su alivio para con la rectificación, decisión que queda pendiente del saneamiento de las cuentas del Ayuntamiento, a través del Instituto de Cultura y de las Artes de Sevilla (ICAS), con el propio festival, al que debería varios pagos según ha reconocido el propio Sanz.