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Teatro de la Zarzuela

Juan Echanove vuelve a la Zarzuela con «El bateo» de Chueca y «La revoltosa» de Chapí

El teatro ofrecerá 15 funciones de este programa doble que recupera un terceto cómico femenino inédito de «La Revoltosa»

Una escena de «La Revoltosa» Javier del Real

La propuesta de un programa doble donde coexisten dos piezas breves ha sido muy útil en la zarzuela. Es una práctica que se remonta al siglo XIX, cuando las zarzuelas en un acto solían representarse juntas o combinarse con sainetes hablados. Con el siglo XX estos emparejamientos comenzaron a responder a criterios más conceptuales, uniendo títulos por tema, estilo o autor, pero sea cual sea la afinidad, la propuesta sigue siendo una herramienta eficaz para mantener la riqueza de nuestro teatro lírico. El Teatro de la Zarzuela, que tradicionalmente ha apostado por esta fórmula, presenta una nueva propuesta escénica que combina “El Bateo” de Federico Chueca, con libreto de Antonio Paso y Antonio Domínguez, y “La Revoltosa” de Ruperto Chapí, con textos de José López Silva y Carlos Fernández Shaw.

Una producción que tiene a Juan Echanove como director de escena y al maestro Óliver Díaz en la musical, que compartirá dos días con Lara Diloy. Dos obras que no subían al escenario de la Zarzuela desde hace casi dos décadas y lo harán ahora con 15 funciones entre el 9 y el 27 de abril, con Gerardo Bullón, Javier Franco, José Manuel Zapata, María Rodríguez, Milagros Martín, José Julián Frontal, Lara Chávez, Alberto Frías, Berna Perles, Sofía Esparza, Blanca Valido, Ricardo Muñiz, Julen Alba, Sergio Dorado y Ángel Burgos, junto al Coro del Teatro de la Zarzuela dirigido por el maestro Antonio Fauró.

"Hoy el problema de los barrios es la gentrificación y los pisos turísticos"

Juan Echanove

“Nos parecía que el género chico tiene que conservar su esencia, pero también tiene que hablarnos hoy”, afirma Isamay Benavente, directora del Teatro, que pensó en Echanove como la persona idónea para el proyecto “por su experiencia teatral, su bagaje y por su mirada”. Supone, además, un gran acontecimiento musical porque tendrá un valor añadido, la recuperación en “La revoltosa” de un terceto inédito. “Parece una historia de película -explica Benavente-. El maestro Chapí estaba retirado de Madrid preparando su estreno y mandó este terceto a los empresarios del Teatro Apolo, pero no llegó, Correos lo perdió y no dio tiempo a montarlo. La pieza quedó guardada en una carpeta con otros borradores en la Biblioteca Nacional, de donde lo han rescatado los musicólogos Enrique Mejías y Juan de Udaeta”. Para Óliver Díaz, “no tiene parangón con otros números musicales de “La revoltosa”, que tiene números de gran lirismo y calado sinfónico, ni con la comicidad del final, de una orquestación absolutamente sutil. Este terceto aparecido es algo diferente -explica-, un número cómico femenino, corto, muy curioso, que es una absoluta delicia y un orgullo poderlo presentar por primera vez”.

Las dos obras están cerca del final del género chico, “El Bateo” es la historia de un bautizo, de celos y pasiones, en la que se pone en duda la paternidad de un individuo y “La Revoltosa”, una historia de amor, seducción y pasiones vecinales de verano entre un grupo de personas dentro de una comunidad. Para Echanove, “el género entronca directamente con un pilar fundamental, no solo del teatro lírico español, sino también de nuestra literatura, como es el sainete, que tiene muchas derivaciones, Arniches es fundamental, pero a través del sainete, uno puede encontrarse con Valle-Inclán, Rafael Azcona, el mundo berlanguiano o el neorrealismo italiano de posguerra, con un Fellini, porque realmente hay muchas cosas que tienen que ver con esa cultura mediterránea que de alguna manera manejamos todos”, explica el director. Son dos piezas muy complementarias porque el verdadero protagonista en ellas es el barrio, la calle, y una manera de vivir que ha cambiado. “Hoy, el problema de los barrios es la gentrificación, los pisos turísticos o la gente viviendo en cubículos cada vez más pequeños. En “El bateo” –prosigue-, hemos construido un barrio en evolución, en conflicto, con huelga de organilleros, algo cotidiano en Madrid, especialmente en Lavapiés”.

“La revoltosa” es una historia de pasiones donde dos protagonistas de ese barrio, dentro de la comunidad de vecinos han montado un bar en el patio, algo tan importante en algunos pueblos, que si se cierra el bar, se mueren. En él se produce todo, las pasiones, las traiciones, la pillería. Mari Pepa y Felipe no saben cómo gestionar su pasión, aunque están irremediablemente condenados el uno al otro, y el barrio, lejos de ayudarlos, echa leña al fuego porque en el fondo todo el mundo busca un sueño de amor imposible. Ese es el mundo que imagino en el calor del verano madrileño, que me lleva al neorrealismo italiano”, explica Echanove, que declara perseguir la excelencia en todos sus trabajos. “Me gusta respetar los textos porque creo que están escritos para algo, pero si puedo darles una vuelta de tuerca para conseguir que las nuevas generaciones tengan el mismo amor por el género lírico español que tienen los mayores, creo que habré hecho algo en favor de la zarzuela”, concluye.