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Diez novelas históricas imprescindibles para comprar en la Feria del Libro de Madrid

Aunque la lista puede ser muy larga, hay algunos títulos ya clásicos del género e imprescindibles: Roma, Egipto, el medievo, España y hasta la prehistoria sirven de telón de fondo

'El nombre de la rosa', del papel y cine a serie de televisión
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La novela histórica es una de los grandes géneros de la narrativa actual. Algunos de sus títulos se han convertido en clásicos absolutos de la literatura partiendo de sucesos reales que se plasman en la ficción con mayor o menor fidelidad, pero siempre tratando plasmar los grandes acontecimientos. En la lista que seleccionamos de novelas hay algunas que ya se han convertido en clásicos indiscutibles y, seguramente, otras con detractores. También hay algunos olvidos, como en todas las listas. Pero aquí van diez títulos ya clásicos de la literatura histórica.

1. “Yo, Claudio”, de Robert Graves (1934)

Esta es uno de los títulos clásicos, un “bestseller indiscutible”. Se trata de la biografía novelada del emperador romano Claudio, que gobernó el imperio romano entre los años 41 y 54. Está basada en las historias de Tácito, Plutarco y las Vidas de los doce césares de Suetonio, a quien Graves había traducido. En la obra, Claudio decide escribir su biografía para la posteridad, a fin de narrar la verdadera historia de su familia y explicar cómo llegó a ser emperador, a pesar de no estar destinado a ello, y narrar la instauración de la monarquía disfrazada de República. La novela es un relato sobre los primeros cuatro emperadores romanos desde un punto de vista íntimo. Al respecto, Robert Graves señaló que después de leer a Suetonio, el mismo Claudio se le apareció en un sueño y le exigió que narrara su verdadera historia. Claudio fue un historiador experto y se sabe que escribió una autobiografía, hoy perdida, en ocho libros que abarcaban el mismo período.

2. “En el nombre de la Rosa”, Umberto Eco (1980)

Ambientada en el turbulento ambiente religioso del siglo XIV, la novela narra la investigación que realizan fray Guillermo de Baskerville y su pupilo Adso de Melk alrededor de una misteriosa serie de crímenes que suceden en una abadía del norte de Italia. La idea original de Eco era escribir una novela policíaca partiendo de la imagen de un benedictino en un monasterio “que mientras lee la colección encuadernada del Manifiesto muere fulminado”. La obra es una novela abierta con dos o más niveles de lectura, llena de referencias y de citas. Umberto Eco pone en boca de los personajes multitud de citas de autores medievales que un lector sin conocimiento histórico puede disfrutarla a un nivel elemental sin comprenderlas. Otro que sepa de los hechos históricos puede captar la referencia, la cita, el juego y por lo tanto sabe que se está haciendo, sobre todo, ironía. Pese a ser considerada una novela «difícil», por la cantidad de citas y notas al pie, o quizás incluso por eso, la novela fue un auténtico éxito popular.

3. “El clan del oso cavernario”, de Jean M. Auel (1986)

esta novela rompió moldes por estar ambientada en el paleolítico y protagonizada por Ayla, una niña cromañón de cinco años que pierde a toda su familia por un terremoto. Sola en el mundo, tan pequeña e indefensa, vaga sin rumbo hasta que es herida por un león cavernario. El terremoto también ha afectado a otros habitantes de la zona, entre ellos al Clan del oso cavernario, formado por hombres de neandertal, que tienen que abandonar la cueva en la que habitaban, creyéndola maldita por sus espíritus protectores. En su camino encuentran a Ayla inconsciente y febril debido a las heridas provocadas por el león cavernario. Iza, la curandera del Clan, la ayuda a sobrevivir, y Creb, el Mog-ur (chamán), ve en la niña la marca de uno de los espíritus tótem más poderosos. Ayla es adoptada y ayudará a sobrevivir a su clan adoptivo.

4. "Sinhué el egipcio”, de Mika Waltari (1945)

No podía faltar en esta recopilación una trama en el Antiguo Egipto, durante el reinado del faraón Akenatón, quien trató de implantar el monoteísmo y un culto personalista. Sin embargo, el protagonista de la novela no es el gobernante sino Sinuhé, el médico real, quien cuenta la historia en el exilio después ser relegado por una relación amorosa. Sinhué perdió la casa de sus padres y su herencia, y en la historia cuenta sus viajes por Babilonia, la Creta Minoica y entre los hititas. La novela se convirtió en un clásico del siglo XX.

5. “Los pilares de la tierra”, de Ken Follet (1989)

Se trata de uno de los mayores y más inesperados éxitos de ventas de la historia de la literatura. Esta trama describe el desarrollo de la arquitectura gótica a partir de las vicisitudes del priorato de Kingsbridge, una localidad ficticia que toma el nombre de otra real, en Inglaterra, y que relata los hechos históricos que suceden en el país en el siglo XII, durante un periodo de guerra civil conocido como la “anarquía inglesa”. En la novela, de unas mi páginas de extensión, se recrea un viaje de peregrinación a Santiago de Compostela a través de Francia y España y se abordan hechos como las diversas intrigas palaciegas que aspiran al trono de Inglaterra.

6. “El médico”, de Noah Gordon (1986)

Esta es otra de las novelas que han batido todos los récords históricos de ventas. Se trata de la historia de Rob J. Cole, un huérfano con el don de percibir si alguien está próximo a la muerte solo con tocarlo. Después de trabajar como nómada recorriendo Inglaterra y montando espectáculos de malabarismo, pierde la esperanza de reencontrarse con sus hermanos pequeños. Tras morir su patrón, conoce a Benjamin Merlin, un médico judío cuyas habilidades curativas le sorprenden y le anima a convertirse en médico. Rob acude a un médico cristiano y comprueba que los métodos curativos practicados por los médicos ingleses de la época son muy arcaicos y que los mejores, como Merlin, son los que han estudiado técnicas que solo se imparten en los países musulmanes. Pero en estos países no se acepta como estudiantes a los cristianos y además la Iglesia Católica prohíbe y condena cualquier contacto e influencia con la cultura Islámica. Ahí comenzarán sus viajes por oriente.

7. “El hereje”, de Miguel Delibes (1998)

El 31 de octubre de 1517, Martín Lutero fijó sus noventa y cinco tesis contra las indulgencias en la puerta de la iglesia de Wittenberg, hecho que desencadenaría el cisma de la Iglesia católica y la Reforma protestante. Ese mismo día, nació en la villa de Valladolid el hijo de don Bernardo Salcedo y doña Catalina Bustamante, bautizado como Cipriano. En tiempos de convulsiones políticas y religiosas, esa coincidencia de fechas marcará su destino. Huérfano de madre desde su nacimiento y falto del amor del padre, Cipriano contó, sin embargo, con el afecto de su nodriza Minervina, una relación que le sería arrebatada y que le perseguiría el resto de su vida. Convertido en próspero comerciante, se puso en contacto con las corrientes protestantes que, de manera clandestina, empezaban a introducirse en la Península. Pero la difusión de ese movimiento fue progresivamente censurada por el Santo Oficio. A través de sus peripecias vitales y espirituales, Delibes traza con un vivo retrato del Valladolid de la época de Carlos V, de sus gentes, sus costumbres y sus paisajes.

8. “Los Borgia”, de Mario Puzo (2001)

Más de tres décadas después de su gran éxito “El padrino”, que bien podría aparecer en esta lista de novelas históricas, Mario Puzo publicó “Los Borgia”, la historia de una de las familias más controvertidas de la historia. En medio de la Italia renacentista, dividida en estados que pugnaban por dominarse unos a otros, uno de los linajes más prominentes de Italia lo lidera el cardenal Rodrigo Borgia, más tarde convertido en Papa bajo el nombre de Alejandro VI, un hombre venal y promiscuo, aunque padre efusivo. Sus hijos César, Lucrecia, Juan y Jofre representan la debilidad del Papa, su lado más humano, y quienes colocarán a la familia en riesgo constante. A lo largo del tiempo, la familia alcanzaría la cúspide del poder, para perderlo en una interminable sucesión de desastres, que comienzan y terminan con sus decisiones y los enemigos que éstas provocaron.

9. “Memorias de Adriano”, de Margueritte Yourcenar (1951)

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Primero publicada en forma de novela por entregas, cuando Margueritte Yourcenar publicó este libro se convirtió en un fenómeno de ventas y de crítica, porque en la historia, narrada en primera persona, cuenta la vida y muerte del emperador romano Adriano. La narración, que comienza con la fórmula «Querido Marco», adopta la manera de una larga epístola dividida en capítulos y va dirigida a su sucesor, Marco Aurelio, a quien Adriano había adoptado como nieto. La obra trazaba el significado de la historia del emperador y además plasmaba de forma magistral su personalidad. El temperamento de Adriano está presente desde su difícil infancia, su crecimiento lleno de reveses y de algún que otro triunfo y finalmente su habilidad para reestablecer un orden en un mundo destrozado por las guerras.

10. “Soldados de Salamina”, de Javier Cercas (2001)

La Guerra Civil española ha dado lugar a centenares de obras que, con mayor o menos rigor y éxito comercial, han contado al menos tangencialmente unos hechos traumáticos de nuestra historia. De entre todas, quizá la que se aproxima de una manera más afortunada (y de mayor éxito sin duda) haya sido esta historia queJavier Cercas. Cuando en los meses finales de la guerra las tropas republicanas se retiran hacia la frontera francesa, camino del exilio, alguien toma la decisión de fusilar a un grupo de presos franquistas. Entre ellos se halla Rafael Sánchez Mazas, fundador e ideólogo de Falange, quizá uno de los responsables directos del conflicto fratricida. Sánchez Mazas no sólo logra escapar de ese fusilamiento colectivo, sino que, cuando salen en su busca, un miliciano anónimo le encañona y en el último momento le perdona la vida. Su buena estrella le permitirá vivir emboscado, protegido por un grupo de campesinos de la región, aunque siempre recordará a aquel miliciano de extraña mirada que no lo delató. El narrador de esta aventura de guerra es un joven periodista que se propone reconstruir el relato real de los hechos y desentrañar el secreto de sus enigmáticos protagonistas.