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Libros de la semana: Del dolor de las desapariciones al 23-F y a la arquitectura comunista

Gabriel Gatti, Leandro Pérez, Owen Hatherley y Richard Powers llega con fuerza y nuevos títulos a las estanterías españolas

Niñas camino del colegio en Ciudad Juárez, México
Niñas camino del colegio en Ciudad Juárez, MéxicoGUILLERMO ARIASAgencia AP

Desaparecidos: el doloroso fenómeno de los sin nombre

Por Diego Gándara
No es fácil situar la figura del desaparecido, el lugar que ocupa en un mundo en el que ha perdido la raíz de su persona, su identidad. Una identidad que, no obstante, a través de mecanismos diversos, puede ir reconstruyéndose poco a poco y otorgarle un sentido a su historia propia y hacerlo, además, en un marco distinto, en un lugar en el que su identidad no quede perdida para siempre.
Gabriel Gatti, académico nacido en Uruguay, profesor titular en el departamento de Sociología de la Universidad del País Vasco, en su nuevo libro «Desaparecidos»vuelve a indagar, a mediante un lenguaje claro y directo, en la reconstrucción de aquellas identidades perdidas y, en este caso, en la identidad de los desaparecidos, personas cuya desaparición del mundo es siempre forzada. Pero los desaparecidos, sostiene Gatti en este libro profuso en información y en ideas, no son sólo aquellos que padecieron, por ejemplo, el horror de las dictaduras latinoamericanas (como el propio autor, hijo de padre desaparecido por la dictadura uruguaya) sino también aquellos que desaparecen, tal como señala el subtítulo del libro, en cartografías de abandono: lugares en los cuales sigue produciéndose la desaparición forzada de personas ante la indiferencia social y política. La identidad, señala el autor, actualmente se pierde en otros sitios: en la frontera sur de Europa, con miles de indocumentados que atraviesan el mar en patera; en México, en las fronteras de Tijuana y de Tapachula, donde los que cruzan hacia Estados Unidos padecen el maltrato constante; en las fosas y las cunetas de la Guerra Civil española y en las clínicas donde se robaron niños y, también, en las periferias de las grandes y pobladas ciudades de América Latina.
«Desaparecidos. Cartografías del abandono», en ese sentido, es un libro cercano por varios motivos. Porque muestra un mundo actual aunque desapercibido y porque lo muestra con un tono y un estilo que, sin perder la impronta académica, se mueve entre la crónica y la crítica social. La catástrofe de haber perdido una identidad, pero también la posibilidad de reconstruirla, de representarla, de vivirla para darle un un sentido, un lugar, a los que no tienen nombre ni documentos, a los expulsados, a los invisibles, a los que han desaparecido y habitan nuestra tierra.
  • «Desaparecidos. Cartografías de abandono» (Turner), de Gabriel Gatti, 320 páginas, 22,90 euros.

▲ Lo mejor

Que desplaza la mirada hacia las fronteras, donde el fenómeno de la desaparición es un hecho aún.

▼ Lo peor

Los momentos, no muchos, en los que el tono del texto se vuelve un poco académico.

¿Y si el 23-F hubiera triunfado? He aquí la respuesta

Por Ángeles López
Estamos ante una ucronía (historia basada en hechos posibles pero no acaecidos. No confundir con distopía) ambientada en la España del intento del golpe de Estado, el del 23-F, que no prosperó y donde en estas páginas son asesinados Adolfo Suárez, Santiago Carrillo, Gutiérrez Mellado y Juan Carlos I «El Breve». Un país distinto tras el triunfo de las armas, sumido en una dictadura militar con Milans del Bosch como el caudillo que sigue los pasos de Franco y Antonio Tejero como director general de la Guardia Civil. Terrorífico.
En este escenario que pudo haber sido y no fue, el autor nos presenta a Libertad Guerra: una protagonista de nombre peligroso que trabaja en el diario Pueblo, mientras sus jefes se preocupan más de su físico que de sus crónicas. Su padre fue un poeta rojo y en Lerma, su pueblo, hostigan a su madre. Mientras agoniza la Movida ochentera, la joven tiene un inesperado encuentro amoroso con Imanol, un vasco aspirante a actor (inspirado por Imanol Arias). Y esta, su historia, se mezcla con la de un país con más oscuros que claros en el que solo basta la sospecha de que alguien no siga las normas para que sea invitado a dar «un paseo». No es tanto una novela política como una historia de amor; un ejercicio de memoria histórica desde la ficción porque, hacer literatura, es tardar mucho en decir las cosas para luego decirlas de repente.
  • «La última noche de Libertad Guerra» (Planeta), de Leandro Pérez, 432 páginas, 21,90 euros.

▲ Lo mejor

Que la protagonista se convierta en una metáfora de lo que el autor quería que sucediera.

▼ Lo peor

Realmente nada. La ambientación nos transporta a las calles, a las sensaciones, al miedo.

La «arquitectura comunista», más allá de las periferias

Por Pedro Alberto Cruz Sánchez
Como su propio autor indica, «Paisajes del comunismo» es un libro que «trata del poder y de lo que el poder les hace a las ciudades». A lo largo de la historia, los regímenes han ido modelando las urbes a semejanza de sus intereses y de su modelo de sociedad. Cada ciudad es la suma de las huellas de quienes la han gobernado. Y, desde este prisma, cuando se vuelve la mirada hacia el siglo XX, el paradigma de sociedad que el imaginario colectivo occidental ha potenciado como el máximo exponente de relación íntima entre arquitectura y poder es, sin duda alguna, el representado por el bloque soviético. El enorme esfuerzo analítico desarrollado por el escritor y periodista Owen Hatherley en esta obra tiene como finalidad, en este sentido, cuestionar los estereotipos que se han empleado, durante décadas, para reducir la arquitectura comunista a la fórmula de fríos edificios de viviendas, clonados hasta la saciedad, y que se sitúan en la periferia de los núcleos urbanos.
Contra las visiones reduccionistas de los intelectuales y de los turistas occidentales, Hatherley devuelve a la noción de «arquitectura comunista» todas sus aristas y condición paradójica. El relato arquitectónico de la Unión Soviética ni es homogéneo ni cabe completamente en la categoría de «arquitectura estalinista». Mientras que la ciudad estalinista se rigió por criterios historicistas, la posestalinista adquirió formas más ligeras.
La arquitectura del bloque soviético no fue la consecuencia de un aislamiento estético e ideológico. Lejos de ello, Hatherley demuestra cómo el modelo de ciudad de Stalin tuvo su principal referente en la Viena de los Hasburgo, mientras que la urbe posestalinista tradujo el diseño y la planificación de Estocolmo. De hecho, la materialización más perfeccionada que en Suecia se llevó a cabo de una sociedad sin clases sociales lleva a Hatherley a preguntarse si el comunismo no supuso sino un reflejo más represivo y chapucero de la socialdemocracia.
  • «Paisajes del comunismo» (Capitán Swing), Owen Hatherley, 416 páginas, 22,90 euros.

▲ Lo mejor

Propone el mayor estudio hasta la fecha sobre la arquitectura del comunismo.

▼ Lo peor

Nada reseñable. Se trata de un libro con temática y estructura imprescindibles.

Lo que un padre y su hijo saben de este planeta en riesgo

Por Toni Montesinos
Richard Powers (1957, Illinois, Estados Unidos) vive al pie de las Grandes Montañas Humeantes, donde escribe novelas que ponen el acento en la relación del ser humano con la naturaleza, así como en los riesgos que asolan nuestro planeta si no cuidamos del medio ambiente. Hace poco nos sorprendió con una obra merecedora del premio Pulitzer 2019, «El clamor de los bosques», una historia maravillosa que atravesaba épocas y fronteras, alrededor de salvar los pocos acres de bosque virgen que quedan en el continente americano. El quid narrativo se basaba en los distintos personajes que tenían un vínculo particular con ciertos árboles, y con «Desconcierto» (cuenta con traducción de Teresa Lanero) el autor norteamericano sigue la senda de mostrar una Tierra de la que hay que aprender de continuo, y además ahora con un toque futurista.
Y es que el protagonista, el astrobiólogo Theo Byrne, dedicado a estudiar al cosmos con el objetivo de hallar vida extraterrestre, lleva a cabo un tratamiento experimental con el cual tener un mayor control respecto a las emociones. Lo hace pensando en su sensible hijo Robin, huérfano de madre recientemente y aficionado a dibujar animales en peligro de extinción. Pero lo más interesante de «Desconcierto» es el mundo natural descrito como escenario de esta relación entre padre e hijo, y las enseñanzas de aquel a este para, como escribe Powers en la página 215 del libro, el mañana no sea un mero clon del hoy.
  • «Desconcierto» (ADN), de Richard Powers, 368 páginas, 18,50 euros.

▲ Lo mejor

Los diálogos entre el padre y el hijo, una lección de afecto, interés y pedagogía.

▼ Lo peor

Es todo conmovedor, pero tal vez haya algún rasgo demasiado sentimental para ciertos lectores.