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Los viajes de Taburete

El grupo, ya un fenómeno de masas, presenta en varias salas de Madrid «Madame Ayahuasca» y cuenta su experiencia con esta droga

Guillermo Bárcenas (izda.) y Antón Carreño (dcha.), Taburete, el martes en Madrid
Guillermo Bárcenas (izda.) y Antón Carreño (dcha.), Taburete, el martes en Madridlarazon

El grupo, ya un fenómeno de masas, presenta en varias salas de Madrid «Madame Ayahuasca» y cuenta su experiencia con esta droga.

Cinco minutos en el cruce de calles de Fuencarral con Manuela Malasaña junto a ellos sirven de termómetro de popularidad. Este redactor realizó cuatro fotos bajo demanda de peatonas muy sonrientes ante la presencia de Willy Bárcenas y Antón Carreño, es decir, Taburete, en lo que duró el cigarrillo del primero. Unos minutos más tarde, más tranquilos, queremos saber si esto es lo habitual en su vida: «Nos ha pasado, pero creo que has vivido cinco minutos particularmente intensos. Nos paran, pero no hemos dejado de salir a cenar por eso. La situación no lo requiere, la gente es correcta y nosotros encantados», señala Carreño. «Aunque yo, a veces, cuando bajo a por tabaco en chándal, cruzo los dedos para que nadie me pida una foto...», bromea Bárcenas. Sea como fuere, la popularidad de Taburete ya es incontestable. Subidos a esa ola publican «Madame Ayahuasca», un nuevo disco que es el resultado de la mezcla de géneros y que está inspirado por el interés de los miembros del grupo por los efectos lisérgicos de la sustancia. Presentan el álbum en Madrid (hoy, 22 y 25 de septiembre).

«La hemos probado pero después de habernos informado mucho. Antes de hacerlo, prácticamente estuvimos dos años leyendo sobre el tema, porque llevamos un tiempo con la inquietud de probar cosas nuevas y esta era una de ellas», dice Carreño. «Pero claro, probar la ayahuasca no es como comprar un cogollo y fumarse un... es algo mucho más fuerte y necesitas a una persona, un chamán, que te ayude a hacerlo como es debido, con mucho control y con buena energía. Lo hicimos todos los miembros de Taburete juntos y es que yo no lo llamaría droga, es más bien una medicina. De verdad que hemos indagado y estudiado y hay mucha gente a la que le cambia la vida esa experiencia porque sirve para tratar adicciones u obsesiones, por ejemplo», añade Bárcenas, que rápidamente remarca: «Tenemos seguidores muy jóvenes y les digo que no lo hagan. Y a los mayores que no se lo tomen en broma, que hay que informarse, seguir tu camino y ver cuándo estás en condiciones», señala. Ambos aclaran que no hacen apología de nada. «No hay que frivolizar, que la ayahuasca no es ninguna broma. Además, mi madre se enfadó conmigo ayer. Dice que no puedo estar hablando de esto por ahí, y que luego mi abuela va preguntando qué cojones es la ayahuasca...» (risas). Así que piden que hablemos de un disco que es una mezcla muy Taburete. «En la furgoneta suena de Dream Theater a Camilo Sesto o de Extremoduro a Misfits. Y Dave Mathews o trap y Luz Casal.

Es que nos gusta todo. No tenemos prejuicios», dice Carreño. Por eso en el álbum hay rock, ranchera, cumbia, pop y hasta una tarantela. ¿Y qué pasa con los prejuicios que tiene la gente con ellos? «Están ahí. Hay gente que no nos va a escuchar, y no podemos hacer nada. Nosotros no hacemos letras polémicas ni políticas ni de ningún tipo. Pero por la razón que sea, nos co nsideran los pijos o los fachas o los hijos de... y no podemos hacer nada. Nos va bien. Pero en el fondo me gustaría que no existiese nada de todo eso. Podríamos estar un poco más alto». Al este paso podrían probar con el narcocorrido. «¡Pues somos muy fans de los Tucanes de Tijuana!», dice Carreño. Bueno, al menos hemos llegado aquí sin hablar de la familia. «Qué gusto», dice Bárcenas.