Música

RAE, toma nota: incluir “Motomami”

En lo musical, dos nombres: Rosalía, con uno de los discos mejor valorados del mundo, y el hit de Quevedo

La mutación de Rosalía en "Motomami" es uno de los mejores discos del año para la prensa internacional
La mutación de Rosalía en "Motomami" es uno de los mejores discos del año para la prensa internacionalAlberto R. RoldánLa Razón

Este ha sido el año de un concepto, de una declaración de intenciones: ha sido el año de «Motomami», el disco de Rosalía que reivindica el poder femenino a su manera, con una lírica un tanto posmoderna y un sonido que plasma como pocos trabajos estos tiempos de 2022. El álbum de Rosalía se ha colado en las listas de lo mejor del año en publicaciones de prestigio como «Pitchfork» y «Rolling Stone», donde ha ocupado los puestos sexto y cuarto y especialmente en Metacritic, la web que aglutina el voto popular y las críticas de expertos donde ha sido elegido el mejor del año. Quien llegó muy arriba, aunque en su caso con solo una canción, fue Quevedo, un artista canario desconocido hasta que entró en contacto con Bizarrap, la nueva figura de culto de la música urbana. Pero el año no estaría completo sin mencionar a las otras tres estrellas indiscutibles: Bad Bunny (con sus números galácticos de reproducciones, la estrella indiscutible), Taylor Swift (con el álbum pop anglo hegemónico del año) y el retorno de la reina, Beyoncé, con un disco más aclamado por la crítica que por el público.

Pero comencemos con Rosalía. La catalana ha hecho uno de los discos del año incluso para el paladar anglosajón, lo cual es mucho decir. No se puede discutir que le debemos a ella y al reguetón el cambio del paradigma, la ruptura de la superioridad de la cultura anglosajona y el orgullo del español en el mundo. Una brecha que la autora de «El mal querer» no ha roto con el flamenco (que tuvo su reconocimiento) sino gracias a la mezcla de géneros urbanos en el candelero y guiños a la tradición hispana con bachata o salsa en la olla de referencias. Canciones deliberadamente epidérmicas, pensadas para romper la pista de baile y una voz cargada de un carisma único que ha roto muchos esquemas mentales. Tan popular que la palabra «motomami» se ha colado en el vocabulario popular, y, hoy en día, puede utilizarse en el whatsapp del trabajo o del colegio de los niños sin que nadie se extrañe.

Sin embargo, la travesía de Rosalía no habría sido posible sin la revolución previa del reguetón que sigue dando frutos dedicados a quienes lo tacharon de pasajero. Y ahí está Bad Bunny, un artista capaz de sacar cuatro discos en dos años y reventar el contador de las reproducciones en «streaming»: Spotify reveló que se trataba de 18.000 millones, el más escuchado en la plataforma por tercer año consecutivo. «Un verano sin ti», su último trabajo, ha sido elegido por delante del de la catalana tanto para «Pitchfork» como en «Rolling Stone».

A quien no esperaba nadie es a un productor argentino llamado Bizarrap que se ha convertido en el Rey Midas de la música urbana. Con sus sesiones desde su estudio doméstico ha conseguido el éxito del año junto a Quevedo con «Quédate» y el «beef» (la pelea verbal) de 2022 gracias a los dardos que Residente le lanzó a J Balvin delante del mundo entero. En el pop internacional, Harry Styles se ha consagrado como la superestrella en ciernes, mientras Taylor Swift volvió a batir otro récord al situar diez temas de «Midnights» en los diez primeros puestos de las listas de ventas Billboard por primera vez en 64 años de historia. Beyoncé demostró que sigue siendo una diva en «Renaissance» y, con el año acabando, SZA irrumpió con «SOS», un trabajo que tendrá su recorrido en 2023.