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Bach, funcional y directo

Bach: «Oratorio de Navidad BWV 248». Solistas: María Espada, Raquel González, Gerhild Romberger, Juan Antonio Sanabria, Klaus Häger. Coro y Orquesta de RTVE. Director: Carlos Kalmar. Teatro Monumental. Madrid, 12-12-2014.
La Razón
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  • Arturo Reverter

    Arturo Reverter

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Por fin pudimos escuchar la totalidad del «Weinachts-Oratorium», con sus seis Cantatas. La fantasía instrumental, el colorido, lo inspirado de sus melodías y lo eficaz de los números corales, muy propios de la tradición luterana, tuvieron aseada traducción a lo largo de una interpretación algo desigual que no buscó la pureza estilística y circuló por los senderos de la acentuación correcta, el fraseo poco fantasioso y la concertación sabia.
Todo fue más bien funcional, aunque no exento de vigor y de momentos brillantes, como el detectado en el mismo coro inicial de la «Cantata para el primer día de la Navidad», bien que no siempre se percibiera el empaste justo. Muy marchosos otros coros. Hubiéramos deseado para los Corales una mayor concentración y lirismo. Se dispuso de 47 cantores y 40 instrumentistas. Fuerzas parejas. Las partes de continuo se desarrollaron si problemas. En algunos fragmentos pudimos saborear la buena labor de los oboes de amor y, en las tres primeras Cantatas, de las flautas traveseras. Kalmar, suelto y claro de gesto, dibujó elásticamente la música sin su habitual batuta y contrastó inteligentemente los «tempi» sin salirse del manual. La violinista Mariana Todorova tocó ejemplarmente su «obbligato» en el aria «Schliesse, mein Herze». El trompeta titular, con instrumento de boquilla larga, estuvo espléndido en todo momento.
La soprano María Espada, luminosa y en estilo, con emisión algo fija, bordó su parte. La mezzo Gerhilde Romberger, de volumen muy limitado y debilidad en la zona inferior, cantó con hondura y timbre grato. Klaus Häger, barítono más que bajo, de agudos abiertos, fue pulcro y digno, y el tenor ligero Juan Antonio Sanabria expuso con intención y nobleza, pero ha de ser más preciso en las agilidades. Bien la soprano Raquel González como Eco en el aria de Espada «Flöste mein Heiland». Estupendo el órgano positivo del expresivo Daniel Oyarzábal. Confiamos en que la presencia como nueva responsable de las formaciones radiotelevisivas de Mikaela Vergara pueda influir para que regresen unos programas de mano presentables. Al menos en esta ocasión se incorporaron los textos.