Madrid

Derecho a cambiar

Crítica de música / Concierto de Red Hot Chili Peppers. Voz: Anthony Kiedis. Bajo: Flea. Batería: Chad Smith. Guitarra: Josh Klinghoffer. Barclaycard Center Madrid, 15.000 personas.

La Razón
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Red Hot Chili Peppers cometen los dos principales pecados de un grupo de música: seguir tocando cumplidos los 50 y querer cambiar. Pero lo primero sólo les será concedido si renuncian a lo segundo. Prueba de ello es que se presentaron anoche en Madrid como unos veinteañeros –bermudas de colores, gorra para atrás, pantalones de retales, discutibles peinados, y, dios, hasta un mono de mecánico morado– para tocar su infalible repertorio, el del siglo pasado. Pero ojo, que la prueba de su vigencia ahí está: una mezcla de hip-hop, kung fu, funky y el inigualable bajo de Flea, que suena como un muelle descosido que derrite ligamentos. Tienen derecho a cambiar los de California, pero la pregunta es para qué. Si no está averiado, no lo arregles. No es buena idea intentarlo y salir con los pies por delante y, sin embargo, alguno de sus temas melódicos, como «Scar Tissue», funcionan a una perfección que no la han logrado alcanzar de nuevo. Son canciones, las que van del año 89 al 99, que están en la categoría de clásico como «Give it Away», «Can’t Stop» y «Californication», y son, además, las que el soberano público quiere escuchar. Porque luego tocan «Ethiopia», igual de liderado por el mismo bajo, y el personal se queda helado, como puede ocurrir con «Go Robot», por muy supersónico que sea capaz de tocar Flea. Anoche su simpatía se impuso –su castellano, no, pero gracias igualmente– junto a las coreografías desencajadas de Kiedis en la rabiosa e inocente «Suck My Kiss». Como cada vez, amagaron con una versión –fue «D’yer Ma’ker», de Led Zeppelin– y fue con «By The Way» cuando todo el mundo se sintió como si tuviera la casa pagada. Pero no se asusten, aún quedaba Flea caminando sobre las manos por el escenario antes de «Goodbye Angels» y esa «Give it Away» que parece un idioma inventado, hace casi tres décadas, y que sigue mandando mensajes.