Artistas

Savages: apaguen el móvil y abrochen sus cinturones

Las británicas presentan su intensísimo último trabajo, «Adore Life», en el Heineken Primavera Sound, su único concierto en España

Savages lo forman Jehnny Beth, Gemma Thompson, Ayse Hassan y Fay Milton, retratadas en una estampa playera que no es su hábitat natural
Savages lo forman Jehnny Beth, Gemma Thompson, Ayse Hassan y Fay Milton, retratadas en una estampa playera que no es su hábitat naturallarazon

Las británicas presentan su intensísimo último trabajo, «Adore Life», en el Heineken Primavera Sound, su único concierto en España

Tienen uno de los directos más potentes que se puede ver en la actualidad, tanto por la fuerza de su música como por la intensidad de sus letras. Su primer disco, «Silence Yourself», se convirtió en una de esas sensaciones del momento que perfectamente pueden ser pasajeras, aunque, por lo visto en el segundo, el contundente «Adore Life», el cuarteto británico formado por Camille «Jehnny Beth» Berthomier, Ayse Hassan, Gemma Thompson y Fay Milton –cuatro chicas de armas tomar– aún tiene muchas cosas que decir. Las dos últimas explican la génesis de su último trabajo, que presentarán para el público español una sola vez este año, en el Primavera Sound de Barccelona, dentro, claro, de un inmenso cartel. «El disco funciona como una pieza en su conjunto: si el anterior trataba de preguntarse quiénes éramos en ese momento y dónde nos encontrábamos, en este la idea que movía el conjunto son las razones para seguir adelante con nuestra vida y carrera musical. Hemos encontrado una sola respuesta: el amor», señala Milton.

Las cuatro integrantes del grupo, que suelen vestir de negro de la cabeza a los pies, se toman las cosas con bastante intensidad. Tanto, que acostumbraban a pedir a su público que apague los móviles en sus conciertos. «Bueno, la verdad es que al principio de nuestra carrera (en torno a 2012) los ‘‘smartphones’’ eran una novedad y lo cierto es que la gente se pasaba el concierto sacándolos y metiéndolos del bolsillo. No éramos el único grupo que pedía algo semejante. Ahora que los teléfonos no son tanta novedad, y quizá porque la gente sabe lo que pensamos al respecto, o porque nuestro público viene realmente a vernos, ya no tenemos que hacerlo», señala Thompson.

Música e identidad

«Hay un gran malentendido al respecto, porque yo, que he sido público miles de veces, pensaba que el artista no se da cuenta de la implicación de la audiencia, y nada más lejos de la realidad. Nosotras nos tomamos muy en serio esto, y antes de grabar las canciones del álbum hicimos varios conciertos con ellas en Nueva York». No son los típicos temas que uno tararea cuando se levanta de la cama, sino oleadas de post-punk a todo volumen con letras desafiantes y personajes entrando en conflicto. «Pienso que estamos en permanente desafío, porque para ser individuos, la sociedad nos dice que compremos cosas y que cuantas más compremos, más perfeccionaremos nuestra identidad. Y sin embargo, para mí lo que nos define son nuestras creencias. Pero lógicamente en torno a ellas también hay conflicto entre grupos e imposiciones sociales. Todo el mundo siente la presión de ser un individuo y definirse de alguna manera», añade Thompson. La música juega un papel definiendo identidades en el sentido estético, emocional o de actitud ante la vida. «Creo que lo hace más que ninguna otra forma de arte. Es la manifestación artística que más te permite volar sobre las cosas y ver la situación completa. Nunca sabes lo que la gente siente al escuchar tus canciones pero sí que tenemos certeza de cómo la música nos ha cambiado y define quiénes somos hoy», tercia Milton. Sin embargo, parece que ha cundido el mensaje de que la música es sólo para pasarlo bien. «Es curioso, porque la mayor parte de los éxitos son un puro envoltorio eufórico que promete o anuncia ‘‘el mejor día de tu vida’’ y sirve de banda sonora a un contexto histórico apocalíptico: sobre el medio ambiente, el trabajo, el colapso del sistema financiero, la desintegraión de la UE, la crisis inmobiliaria o los inmigrantes llegando en oleadas... Y no, nosotras no estamos interesadas en ese tipo de canciones ‘‘vamos a pasarlo bien’’», afirma Thompson. «Un tema no va a cambiar nada, pero igual que un simple sonido, una nota, puede modificar la percepción de conjunto de una canción, también hay individuos que cambian una sociedad: de eso exactamente va nuestro disco, del proceso de cambio, de por qué hemos llegado a esta situación y de qué nos mueve para cambiarla. Y nos hemos dado cuenta de lo primordial que es el amor en ese proceso».