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Lanzamiento

Qué significa 'Lux' y por qué se llama así el nuevo disco de Rosalía

La cantante acaba de estrenar su nuevo proyecto, con sonidos que recuerdan a lo espiritual y lo divino

Su nombre se venía sabiendo desde hace semanas, e incluso meses, pero hubo que esperar hasta finales de octubre para que ella misma nos lo confirmara desde la Gran Vía madrileña. El recién estrenado álbum de Rosalía, 'Lux', constituye el cuarto proyecto musical de la cantante, conocida gracias a su segundo disco, 'El mal querer' (2018) y consagrada tras el lanzamiento del tercero, 'Motomami' (2022).

Tras el lanzamiento de 'Lux', muchos son los que se preguntan el origen de este curioso nombre, que viene a significar 'luz' en latín. ¿Cómo se le ocurrió a Rosalía este nombre? ¿Es este título una especie de hilo conductor del que sin duda alguna ha sido el álbum más esperado del año?

Un proyecto enmarcado en la dualidad

Cuando empezaron a surgir los rumores acerca de 'Lux', los fans de la cantante discutieron la posibilidad de que esta quisiera reconducir la temática del disco hacia lo religioso. Esta quedó prácticamente confirmada cuando Rosalía empezó a compartir en Instagram fotografías muy ligadas al cristianismo, como los rosarios.

A lo largo de todo el álbum, dividido en dieciocho canciones, nos queda más que clara la idea de la artista de crear una obra a caballo entre la tierra y el cielo, lo banal y lo divino, el pecado y el milagro, etc. Y es que, cada canción está perfectamente pensada para hacer alusión a esa idea, a ese concepto que nos recuerde al momento a la religión.

El ascenso de la artista a los cielos

Y sí, 'Lux' es un relato musical que nos narra el proceso de interiorización de la fe de Rosalía. Comienza como un ser terrenal en 'Sexo, violencia y llantas', le sucede 'Reliquia', narrando esa pasión que ha llegado a vivir de forma internacional, y prosigue con 'Divinize', donde asume un papel de predicadora, con sus seguidores dispuestos a oír un mensaje.

'Porcelana' marca el inicio del recorrido hacia la fe, de la interiorización de estos dos mundos tan cercanos pero tan lejanos al mismo tiempo. Tras este momento de reflexión, la artista procede a tener una epifanía que le revela la magnitud de lo divino. 'Mio Cristo Piange Diamanti' constituye el mayor desafío para Rosalía en el álbum; necesitó un año entero para componer este tema que eriza la piel.

Con el que fue el primer y único adelanto oficial del proyecto, 'Berghain', la cantante revela, gracias a Björk (que viene a ser el Espíritu Santo) que la redención solo es posible entregándose a Dios. Y por ello, tras asumirlo de golpe y porrazo, la catalana decide dirigirse a una persona de la que no guarda un buen recuerdo. Esto lo hace a través de 'La Perla', un más que evidente guiño a su expareja.

Rosalía paga el precio de ser humana

El disco prosigue, y nos encontramos con 'Un mundo nuevo', canción con la que se nos revela un pensamiento de lo más íntimo: este mundo debería de reescribirse y reinterpretarse. Ese arrepentimiento hace que en 'De Madrugá', la cantautora busque una forma de conciliar el sueño y hacer las paces con su alma.

Dentro de este proceso de salvación, Rosalía es consciente de que siempre está siendo observada. Esa omnipresencia se explica en 'Dios Es Un Stalker', tema que hace una referencia al hecho de ser un ídolo de masas, bajo constante presión y siempre con seguidores al acecho. Como curiosidad, las siglas de la canción conforman la palabras 'Deus', que viene a significar 'Dios' en catalán.

Con 'La Yugular', la artista se desvía un momento para hacer referencia a la espiritualidad del mundo árabe, ya que se inspiró en una mujer de esa misma cultura muy venerada. Más tarde, con 'Focu 'ranni', la cantante rinde tributo a la historia de Santa Rosalía de Palermo, una religiosa que decidió no casarse para vivir con libertad su devoción hacia Dios.

La consagración eterna

'Sauvignon blanc', el tema más 'espumoso' del álbum, invita a ese brindis que Rosalía realiza desde el paraíso. Está limpia de pecado, ha ascendido a los cielos y ha visto la luz. A través de 'Jeanne' (clara referencia a Juana de Arco), la artista canta a su santificación, a ese proceso de redención que la ha elevado a una nueva altura.

El disco se detiene en otro pequeño desvío, ya que Rosalía se dedica en 'Novia Robot' a criticar la situación de las mujeres en el ámbito sexual y relacional. Tras haber observado desde las alturas esta situación, la cantante decide perdonar los pecados de toda la humanidad en 'La Rumba del Perdón', tema donde encarna la Santísima Trinidad de la mano de Estrella Morente y Silvia Pérez Cruz.

Las dos últimas canciones de 'Lux' marca el camino hacia un réquiem, una posteridad que se dibuja en el horizonte. La artista hace repaso de su vida en 'Memòria', y aprecia la realidad y las sensaciones vividas tanto en la tierra como en el cielo. Como gran colofón del álbum, 'Magnolias' nos transporta hasta el funeral de Rosalía, quien abandona ambos mundos para unirse a Dios para la eternidad.