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Estreno
Aquel arrebato juvenil tan añorado por Pablo Remón
El dramaturgo y director reflexiona sobre las crisis de la mediana edad en una comedia coproducida por el Centro Dramático Nacional e interpretada por Francesco Carril, Natalia Hernández, Marina Salas y Raúl Prieto

Después de estrenar en 2024 aquella original propuesta, con formato de díptico, que fue ‘Vania x Vania’, Pablo Remón ha seguido dándole vueltas a esos problemas existenciales de la edad adulta que Chéjov supo plasmar con tanta belleza y ternura en sus personajes -tanto en ‘Tío Vania’ como en el resto de obras- y que probablemente siempre han acompañado y acompañarán al ser humano a lo largo de su periplo vital.
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Fruto de esa preocupación nace ‘El entusiasmo’, un nuevo trabajo que, según el dramaturgo y director madrileño, empieza donde acababa el anterior: “Frente a la apatía e inacción que caracteriza a los personajes de ‘Vania’, los de esta obra se lanzan en todo tipo de direcciones: unos cambian de trabajo, otros se divorcian, hay quien deja todo y se pone a escribir la novela que lleva veinte años queriendo escribir, o incluso quien sufre una repentina transformación religiosa y se apunta a una secta. Los argumentos y las supuestas salidas son múltiples, pero el motor es el mismo: un intento desesperado por agarrarse a aquello que nos mantiene vivos o, lo que es lo mismo, por recuperar el entusiasmo”.
Sin una solución clara
Un tema este que, en efecto, habrá rondado la cabeza, en mayor o menos medida, de todo el que va cumpliendo años, y para el cual Remón no tiene una solución clara, si bien hace una lectura esperanzadora: “A veces uno recuerda el entusiasmo que tenía con 20 años de manera un poco falseada, porque es posible que en esa etapa en realidad lo estuviera pasando fatal. En cualquier caso, es verdad que la juventud es una etapa de infinitas posibilidades que luego la vida te va cerrando. Yo no sé si puede o no recuperar el entusiasmo exactamente igual que fue, pero creo que tal vez sí se pueda reinventar”.

El argumento de la obra gira en torno a una pareja de mediana edad -interpretada por Francesco Carril y Natalia Hernández- de la cual el público irá conociendo sus recuerdos, sus deseos… y también sus ficciones. “Se cuenta la historia de él, se cuenta la historia de ella… y finalmente ambas confluyen”, explica Remón. Pero es una obra en realidad muy coral en la que solo cuatro actores -Marina Salas y Raúl Prieto completan el reparto- deben dar vida a muchos personajes: “Hay una multiplicidad de personajes que ya está marcada por la propia puesta en escena. En cada situación, esos personajes están rodeados por otros. No se trata solo de que Raúl (Prieto) y Marina (Salas) interpreten a todos los demás que van apareciendo, sino que también Francesco (Carril) y Natalia (Hernández) se multiplican. Podemos decir que se van narrando unos a otros; cada uno cuenta la historia a su modo. Por otra parte, está muy presente también el tema de la herencia, de los hijos y los padres; esa idea de que la existencia de uno está configurada también por los que te han precedido y los que vienen detrás”.
Una obra coral y para cuatro actores
Sirviéndose de esa coralidad, Remón experimenta y juega con la forma, no solo con el fondo, tratando de exprimir la comicidad de todo lo que encuentra a su paso. “Hay comedia, hay ironía… y hay mucha sátira en relación con el tema de la pareja y de la paternidad -confirma el autor-. La comedia es algo que está siempre presente en mí; es mi manera de estar en el mundo. Pero creo que también hay amor y ternura. En cuanto a lo formal, es verdad que relaciono la idea del entusiasmo con la propia narración, con la idea de contar historias. Creo que, al final, para poder recuperar el entusiasmo, te tienes que contar la historia, tu propia historia, de otra manera diferente. Con esta premisa, he concebido la obra con una estructura un poco de cajas chinas, de ficciones dentro de ficciones”. Una complejidad, no obstante, que no debe preocupar porque, asegura el director, “es una función fácilmente comprensible para cualquier espectador”.
- Dónde: Teatro María Guerrero, Madrid. Cuándo: de mañana al 28 de diciembre. Cuánto: desde 12 euros.
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