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Un festival que no lo es

larazon

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Como si fuera una cita «festivalera», llega a Madrid una riada de montajes extranjeros, con «Gasoline Bill», «Testamento» y «An Old Monk», entre otros
Llamémoslo «El Festival de Madrid». No lo organiza nadie, al menos no en conjunto, pero sí sus partes. Y es que la coincidencia en cartelera esta semana de hasta seis títulos extranjeros se debe a la casualidad. Por un lado, están dos propuestas del Centro Dramático Nacional dentro de su ciclo «Una mirada al mundo»: «Testamento» y «Gasoline Bill», ambas en el Teatro Valle-Inclán. Por otro, dos propuestas casi consecutivas del Festival de Otoño a Primavera: «The Valley of Astonishment» –de la que se habló en estas páginas el viernes pasado con una entrevista con Peter Brook–, que estará hoy y mañana en el Canal, y a continuación «An Old Monk». Todas las obras se verán en sus respectivos idiomas originales con sobretítulos en castellano. La oferta para los aficionados al teatro que quieren conocer lo que se cuece fuera se complementa con «The Best of BE», una cita que trae a Matadero tres de los mejores espectáculos del Birmingham Festival y la llegada a la sala Kubik Fabrik de «Mendoza», una revisión en clave mexicana de «Macbeth».
«Gasoline Bill» (Teatro Valle-Inclán, del 24 al 26 de octubre) es una propuesta alemana que llega de la Münchner Kammerspiele escrita y dirigida por René Pollesch (Friedberg, Hesse, 1962). Explica el coordinador del ciclo «Una mirada al mundo», Fernando Cerón, que se trata de «un dramaturgo alemán muy poco conocido en España, creo que no se ha representado nunca en Madrid. Es un autor y director muy poco convencional que trabaja con muchos teatros europeos, desde el Narodowy Stary Teatr a la Schaubühne y la Volksbühne». Cerón «fichó» esta propuesta tras verla en Múnich, en el mismo centro de creación escénica del que el CDN importó «El proceso», de Kafka.
Un cabaret berlinés delirante
Este «Gasoline Bill» es «un texto inusual, no tiene una trama, habla de las diferentes obsesiones del dramaturgo: las relaciones de pareja, las del director con la escena y las del hombre contemporáneo con un mundo muy cambiante. Todo en clave de farsa». Es, insiste el coordinador, «un texto deconstruido que es lo que suele trabajar René Pollesch, en clave de humor tremendo que roza un poco lo que puede ser un cabaret berlinés de los años 20 y 30. Un texto bastante delirante que pone al público en un estado de gran complicidad». Es un espectáculo que sirve para describir lo que podríamos denominar nueva dramaturgia alemana. Cerón asiente y explica: «La intención del CDN es descubrir no sólo a un dramaturgo que tiene un gran predicamento en toda Europa, sino, independientemente de su nacionalidad, traer el trabajo de un dramaturgo muy contemporáneo».
Dentro del mismo ciclo, pero también esta semana, se podrá ver «Testamento» (Teatro Valle-Inclán, del 30 de octubre al 2 de noviembre). Un cambio radical. Estamos aquí ante un espectáculo de Eric Jean, director canadiense que ha adaptado él mismo la novela autobiográfica de Vickie Gendreau. Actriz y bailarina, la autora tenía 24 años cuando le fue diagnosticado, un tumor de cerebro letal. «Testamento» fue precisamente eso, un mensaje póstumo sobre su vida que se convirtió en un «best-seller» en Canadá y Francia. «Era una persona muy joven, 22 años, tenía un cancer terminal, y sintió la necesidad de hacer un testamento literario, vital, de lo que ha sido su vida y del arte en ésta. Escribió la novela corriendo: tuvo un año para hacerlo y prácticamente al poco de acabarla murió». El montaje llega desde el Théâtre de Quat’Sous, en Montreal, el mismo espacio del que se vio en Madrid la producción de «Incendies» de Wajdi Mouawad. «Es una historia relacionada con el arte, con las dificultades de enfrentarse al mundo actual y con su experiencia vital», prosigue Cerón, quien ofrece alguna clave sobre el montaje de Eric Jean: «Una función de teatro muy joven, en la que la música tiene bastante importancia». Para saber más pueden acercarse a ver el montaje o escuchar al propio director, que impartirá una «master class».
Al margen de los circuitos institucionales, Kubik Fabrik ha tenido a bien fichar a «Mendoza» (mañana y el domingo), el montaje ganador del 4º Certamen Almagro Off. Se trata de una revisión del shakespeareano «Macbeth» en clave de cantina mexicana a cargo de la compañía Los Colochos, que se ha llevado la historia del sangriento y ambicioso general escocés al México revolucionario de 1910 y ha convertido a su protagonista en el general José Mendoza.
La tercera propuesta –al margen de la de Peter Brook, ya descrita la semana pasada, y con todo vendido– llega a Madrid gracias al Festival de Otoño a Primavera. «An Old Monk» (Teatros del Canal, del 30 de octubre al 1 de noviembre) es una creación teatral-musical inspirada en la obra y la figura del músico de jazz Thelonious Monk que trata sobre cómo se afronta el paso del tiempo y sobre las ganas de vivir por encima de todo. Los responsables de la idea son Josse de Pauw, director y actor aquí en solitario, y Kris Defoort, autor de la partitura y en el escenario pianista junto al bajo eléctrico de Nicolas Thys y la batería de Lander Gyselinck. «An old Monk», a medio camino entre el concierto, el solo teatral y la coreografía, es una «joint venture» de los belgas LOD Music Theatre y del Théâtre Vidy-Lausanne suizo; la primera, una compañía con solera y personalidad en la mezcla de géneros y el segundo uno de los teatros más prestigiosos de Europa.