Cargando...
Sección patrocinada por

Lecturas

De todas las vidas de Margaret Atwood al nuevo héroe de Michael Connelly: estos son los libros de la semana que no puedes perderte

Además de eso, los versos meditados de Bruno Pardo y el análisis de Mihail Sebastian sobre el crecimiento del antisemitismo

La escritora, profesora de literatura, ensayista y activista política Margaret Atwood Archivo

"El rumor de la ceniza", de Bruno Pardo: versos para meditar sobre el tiempo y la pérdida

8/10

Por Ángeles López

«En este poemario el autor confirma que la poesía puede seguir siendo una forma (la mayor junto a la filosofía) de discernimiento. El libro, merecedor del XXXI Premio de Poesía Cáceres Patrimonio de la Humanidad, es una indagación sobre el temblor de la memoria y la música que deja la vida al disiparse. En su pulso elegíaco se percibe una educación sentimental anclada al vaivén del mar, a los restos del naufragio de la infancia y a la tradición lírica que el autor convoca con madurez y mesura: Valente y Brines en la contención luminosa; Rosales y García López en el temblor elegíaco; Costafreda y Juarroz en la metafísica; Szymborska en la ironía melancólica.

Pardo escribe desde la convicción de que el poema es un territorio donde el lenguaje se asombra de sí mismo, como si, cortazarianamente hablando, la casa de su verbo fuera tomada por cada imagen, precisa y respirada, hasta abrir un umbral de sentidos: las playas que no envejecen, las islas griegas donde la pérdida se vuelve mito, los camposantos junto al mar donde la culpa arde…. Hay en su verso una cadencia secreta, una melodía interior que Ángel Antonio Herrera denominó «diabólica y oculta», capaz de sostener la armonía entre lo simbólico y lo humano.

El poeta traslada a la poesía una mirada lúcida que convierte la biografía en materia oral y la experiencia en revelación. Su tono, a un tiempo tradicional y coetáneo, se levanta contra la literalidad dominante: apuesta por la imagen exacta, por la claridad que no excluye el misterio. Un libro de conocimiento precoz, una meditación sobre el tiempo y la pérdida que, lejos de clausurar el sentido, lo expande. Pocas veces un estreno como este suena tan verdadero y ofrece una conciencia de forma y una fidelidad al fuego original de la palabra: el que aún arde, discretamente, bajo la ceniza...

  • Lo mejor: su madurez poética y musicalidad interior, que renuevan la tradición con inteligencia y emoción
  • Lo peor: nada que sea mencionable, quizá, una ligera homogeneidad tonal que puede restar contraste entre los poemas

"Belladona", de Michael Connelly: Connelly nos presenta a su nuevo héroe, el detective Stilwell

8/10

Por Lluís Fernández

El detective Harry Bosch no volverá a protagonizar nuevos títulos con la detective Ballard. En «La espera» (2024) es ella en solitario la protagonista principal, junto a la hija de Bosch. Uno de los rasgos de la renovación posmoderna de la novela negra es el cambio del presente eterno de los héroes de ficción por la argucia novelesca de renovar el género, como Mankell, haciendo envejecer, jubilar y enfermar a su protagonista. En «Belladona», Connelly ha creado un nuevo héroe al que añadir a su panoplia de Harry Bosch, Renée Ballard, Jack McEvoy, Mickey Haller y Terry McCaleb: el sargento detective Stilwell, adscrito al sheriff de la isla Catalina. Los rasgos distintivos se resumen en un apellido sin nombre, tenacidad, individualismo y honradez. Tiene una novia, se ha peleado con un compañero de L.A., y ha sido relegado a la «isla de los juguetes rotos», donde trata de recuperar su honor perdido resolviendo un caso de asesinato en las mismas aguas donde murió Natalie Wood.

Como es usual en un escritor con la excelente trayectoria de Connelly, la novela se lee en un suspiro. La trama está bien trazada. La investigación llega a ser absorbente pese a una intriga previsible, a veces sosa, y el tal Stilwell carece de personalidad definida. Quizá, Connelly siga el proceso de Ballard, a la que tuvo que limar el carácter arisco y llevarla a un segundo plano como jefa de Bosch en la Unidad de Casos Abiertos hasta su relevo en «Estrella del desierto» (2022).

Con Stilwell pasa algo similar, también es relegado a una comisaria de segunda por insumiso, como los friquis de La casa de la ciénaga de los «Caballos lentos» de Michael Heron. Seguramente, Connelly vaya enriqueciendo al personaje y a los secundarios, y quién sabe si Stilwell coincida con Ballard y recurra al abogado del Lincoln Mickey Haller. Pero esto pertenece al secreto del sumario.

  • Lo mejor: como es frecuente en este novelista, el caso está muy bien tramado y la intriga es totalmente absorbente desde el inicio
  • Lo peor: que el nuevo sargento detective Stilwell todavía esta en mantillas. Habrá que esperara a cómo se desarrolla más adelante

"Desde hace dos mil años", de Mihail Sebastian: cuando el antisemitismo se consolida como práctica social

8/10

Por Toni Montesinos

Mihail Sebastian escribió la obra «Desde hace dos mil años» (traducción de Marian Ochoa) en 1934, en una Rumanía en la que el antisemitismo se había consolidado como práctica social. Nacido en Braila en el año 1907, formado en Derecho y muy activo en la vida intelectual de Bucarest, Sebastian convierte su experiencia personal en una herramienta de análisis. Así las cosas, la novela sigue a un joven estudiante judío que observa cómo la hostilidad de profesores y compañeros se normaliza, lo que crea un entorno de exclusión constante. En este sentido, la obra se sitúa entre la memoria íntima y la crónica social, y muestra cómo la discriminación penetra lo cotidiano.

La estructura de diario permite al autor registrar los detalles de la vida académica, familiar y urbana, desde la violencia en la universidad hasta los gestos de cuidado de su madre. Desde la primera frase –«Creo que nunca he recelado de las personas ni de las cosas, solo he tenido miedo de las señales y de los símbolos»–, establece un registro que evita la retórica moralizante. Cada incidente se presenta con exactitud: las humillaciones, los puñetazos, las tensiones sociales se describen sin dramatismo, lo que refuerza la seriedad del testimonio.

La decisión de conservar el prólogo antisemita de Nae Ionescu, su mentor, es un gesto calculado. No lo elimina ni lo condena; lo documenta como evidencia de las contradicciones de su contexto intelectual. Sirve para mostrar cómo se concibe la exclusión y se enfrenta desde la conciencia individual. El estilo combina observación minuciosa y distancia reflexiva. Se percibe la violencia social y la manera en que el narrador analiza sus efectos sin sentimentalismo, al tiempo que se contempla el mecanismo de discriminación que vio, haciendo del texto un documento intelectual y social, con gran valor histórico y literario.

  • Lo mejor: sobre todo, la evidente lucidez moral y la precisión introspectiva de la que hace gala el autor y que despliega en el libro
  • Lo peor: se podría considerar que el texto, por su propia naturaleza literaria, tiene una sequedad narrativa que limita la emoción

"Libro de mis vidas", de Margaret Artwood: Atwood o un delicioso libro de memorias entre hongos y ranas

Por Diego Gándara

9/10

No todas las historias de vidas son interesantes. Especialmente las de los escritores, al menos que en las suyas hayan tenido, además de ingenio, esas cosas que llaman al morbo y que tienen que ver con escándalos sexuales, drogas y rapsodias bohemias. No obstante, las historias de vida de los escritores tienen un encanto particular: la mirada amplia, sagaz y sideral que arrojan sobre sus propias existencias, algo que se traduce en la manera de contar y de darle sentido a lo que han vivido. Las memorias de Margaret Atwood (Ottawa, 1939) cumplen de algún modo ese cometido. No se trata de unas morbosas ni escandalosas ni que escondan algo, pero sí tienen el encanto de que están escritas con una amplia sinceridad, con una prosa vívida, atenta a los detalles.

La autora hace un repaso de su vida y lleva al lector a su infancia en los bosques del norte de Quebec, adonde iba con sus padres: Margaret y Carl, un hombre que se dedicaba a la entomología y que por ese motivo debía pasar con su familia una temporada en el bosque recogiendo insectos, en cabañas en las que no había ni agua ni electricidad ni teléfono. Un mundo bucólico en el que la joven Margaret aprendió a pescar, a andar en canoa, a recoger bayas y a interesarse por la vida de los hongos y las ranas.

La memoria de Atwood no se queda en la mera anécdota y es capaz de enlazar aquellos hechos de su historia con su experiencia como escritora, donde aquellos hechos constituyen, quizá solapadamente, su ficción. Así se trate de encuentros con poetas, con bohemios, con actores, o incluso la relación que la unió con el escritor Graeme Gibson (y a los problemas que tuvo con su exesposa), consigue hacer de todo ello no sólo el cuaderno de bitácora de su trayectoria, sino, también, un libro: el libro de su vida.

  • Lo mejor: la manera en la que Margaret Atwood combina una memoria que parece prodigiosa con pasajes de altos vuelos literarios
  • Lo peor: no existe nada que sea desdeñable en este libro, una de las publicaciones, quizá, más esperadas de toda esta temporada